CIUDAD DEL VATICANO, 28 abril 2014 (VIS).- El Santo Padre FRANCISCO envió el 26 de abril un vídeo mensaje a los jóvenes de Buenos Aires en ocasión de la Pascua de la Juventud. que fue retransmitido en el Planetario de la capital argentina esa misma tarde. El Pontífice improvisó el texto del mensaje que le había pedido hace tiempo el Cardenal Arzobispo de la capital porteña Mario Aurelio Poli.
''Estaba pensando mientras bajaba a
hacer esta grabación, qué les iba a decir -dice el Papa en el
vídeo-. Que hagáis lío, ya os los dije. Que no tengáis miedo a
nada, ya os lo dije. Que seáis libres, ya os los dije. Entonces me
vino a la mente la figura de algunos jóvenes del Evangelio. Algunos
jóvenes que se cruzaron con Jesús o de los cuales habló Jesús...
Pensé en los jóvenes Apóstoles, pensé en el joven rico, pensé en
el joven que se fue a buscar una nueva vida con la herencia de su
padre, pensé en el joven muerto... Cómo se conmovieron por la
figura de Jesús, entusiasmados, con ese estupor que produce cuando
uno se encuentra con Jesús... Y después los apóstoles flaquearon y
no se portaron tan bien..., después viene la lucha por ser fieles a
ese encuentro, el encuentro con Jesús... Dios es muy bueno
-continúa-. Dios aprovecha nuestros fracasos para hablarnos al
corazón. No le dijo Dios a este joven: ''eres un fracasado, mira lo
que has hecho. Lo hizo razonar''.
FRANCISCO enumera varios ejemplos
masculinos y bromeando se dirige a las jóvenes. ''Padre, usted es
injusto, - me van a decir las chicas - porque los ejemplos que da son
para los varones, ¿y nosotras qué?... Vosotras sois aspirantes a
consolidar con su vida la ternura y la fidelidad. Vosotras estáis
sobre el camino de esas mujeres que seguían a Jesús, en las buenas
y en las malas. La mujer tiene ese gran tesoro de poder dar vida, de
poder dar ternura, de poder dar paz y alegría. Hay un solo modelo
para vosotras, María: La mujer de la fidelidad, la que no entendía
lo que le pasaba pero obedeció. La que en cuanto supo lo que su
prima necesitaba, se fue corriendo, la Virgen de la Prontitud. La que
se escapó como refugiada en un país extranjero para salvar la vida
de su hijo. La que ayudó a crecer a su Hijo y lo acompañó, y
cuando su Hijo empezó a predicar, iba detrás de Él. La que sufrió
todo lo que le estaba pasando a ese chico, a ese muchacho grande. La
que estaba al lado de ese Hijo y le decía los problemas que había:
“Mira: no tienen vino”. La que en el momento de la Cruz estaba
junto a Él... Vosotras sois mujeres de Iglesia... que es femenina,
es como María. Ése es vuestro lugar. Ser Iglesia, conformar
Iglesia, estar junto a Jesús, dar ternura, acompañar, dejar
crecer''.
Antes de finalizar, FRANCISCO dice a
las chicas en tono simpático y con marcado acento porteño ''¡Ahora
no se enojen, que ustedes salieron ganando sobre los varones!'',
y las encomienda a ''María, la Señora de la Caricia, la Señora
de la Ternura, la Señora de la Prontitud para servir'', para que
les indique el camino. ''Que cada uno de vosotros -concluye
dirigiéndose a todos los jóvenes- se encuentre con Jesús, con
ese Jesús resucitado. Y os digo una cosa: ¡No tengáis miedo!
¡Mirad a Jesús, mirad a María y continuad hacia delante!''.