Davao, FILIPINAS
(Agencia Fides, 01/10/2014) – “El network del yihadismo islámico
y sus implicaciones internacionales deben mantenerse bajo un estricto
control en el sur de Filipinas”, dice a la Agencia Fides el jesuita
p. Albert Alejo, SJ, Director del Instituto para el diálogo en la
universidad de la ciudad de Davao, en la isla de Mindanao.
En el sur de
Filipinas el grupo terrorista islámico “Abu Sayyaf” ha anunciado
que tiene en sus manos dos alemanes secuestrados (dos turistas de 74
y 55 años de edad, secuestrado en abril de 2014), y amenaza la
decapitación si antes del 10 de octubre, Alemania no paga 4 millones
de euros y si no interrumpe su cooperación en la lucha contra el
Estado islámico (IS) en Iraq y Siria.
“Es cierto que Abu
Sayyaf es un grupo pequeño. Pero esta adhesión a las campañas
internacionales es peligrosa y hay que monitorearla. Es probable que
no haya una relación directa con encuentros con otros grupos
terroristas internacionales, es una relación a través de las
conexiones de los mass-media y de las nuevas tecnologías. Pero
grupos como Abu Sayyaf actúan por imitación y parecen haber
encontrado un impulso”, dice a Fides el p. Alejo. “Este actuar
con la mentalidad de un network despierta preocupación . Los
pequeños grupos se hacen fuertes y encuentran un terreno fértil
entre los jóvenes musulmanes. A esta red del terror hay que
contraponer una red de solidaridad y diálogo, en la sociedad civil”,
añade el religioso. “En el sur de las Filipinas, se debe unir, por
ejemplo, las escuelas católicas y las parroquias - continúa el p.
Alejo – hay que unir a los jefes de las aldeas. Es urgente realizar
una estrategia de comunicación coordinada, reactivar un círculo de
comunicación positiva y constructiva, ya que cada conflicto es el
resultado de una comunicación errónea”. El jesuita concluye: “Es
esencial en el sur de Filipinas corregir las imágenes violentas y
los prejuicios, proponiendo buenas prácticas de diálogo y paz”.