martes, 17 de enero de 2012

Violaciones y torturas a niños cristianos: "limpieza étnica-religiosa"

KARACHI, PAKISTÁN (Agencia Fides 14/01/2012).  Violaciones y torturas a niños, extorsión a las familias, abusos y violencias que tienen lugar en el silencio y el temor de las víctimas: es lo que sucede a la comunidad cristiana de algunos barrios suburbanos de la metrçopoli Karachi, la ciudad más grande en el sur de Pakistán, capital de la provincia de Sindh. A denunciarlo es Michael Javed, parlamentarios católico activo en Sindh. En una entrevista con la Agencia Fides, Javed lanza una alarma: los cristianos del barrio Essa Nagri Ayub Goth y Bhittaiabad desde hace meses son víctimas de la violencia atroz, perpetrada por miembros de movimientos políticos con fuertes connotaciones islámicas y étnicas, como los pastunes. Las familias cristianas están viviendo un calvario, pero "la gente no lo denuncia por temor a represalias". El mes pasado, dijo Javed a Fides, "registramos 15 casos de violación". En Essa Nagri existen auténticas "cámaras de tortura", donde vienen confinados y violadas niñas y chicas cristianas. "Para ellos se pide un rescate de hasta 100 mil rupias, y si las familias no pueden pagar, las pequeñas son torturadas hasta quedar irreconocibles". Como resultado de este tipo de violencia en los últimos seis meses, muchas familias han preferido dejar Karachi. "El propósito de este tipo de violencia es la eliminación de la presencia cristiana de la zona, una especie de limpieza étnica, a los que consideran esclavos, indignos de pisar en suelo paquistaní". En otro caso reportado, un "prostíbulo", se abrió cerca de una iglesia católica en Ayub Goth y las "chicas cristianas de las familias muy pobres, se ven obligados a ejercer la prostitución". Se advirtió a las autoridades pero hasta ahora no han actuado. Javed lanza una llamada pidiendo "detener la opresión de nuestra comunidad".

Fides ha conseguido hablar con el p. Victor John OFM, franciscano de la diócesis de Karachi, pastor en Essa Nagri, (donde hay 700 familias cristianas entre ellas 300 católicos) y responsable del área pastoral de Ayub Goth, (con cerca de 300 familias cristianas): "Son barrios muy pobres , infestados de criminalidad y anarquía. La violencia y la tortura las llevan a cabo los miembros de los partidos políticos, que chantajean a la gente para el consenso político, y también por los militantes hostiles a los fieles. En la zona está muy difundido el tráfico de drogas, con la complacencia de la policía. Faltan escuelas y servicios sociales y, en este contexto de pobreza, reina la violencia". "La Iglesia - continuó - está presente con una escuela, con un centro de rehabilitación para drogadictos, con el trabajo de las Hermanas de Madre Teresa y de las Hermanas Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús. Enviamos nuestro servicio especialmente para los niños y jóvenes, para intentar ayudarles y educarlos, a escapar de la mala vida".

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 El político católico Michael Javed: "Cristianos sin derechos y sin seguridad"
 "Los cristianos en algunas zonas de Karachi se encuentran en las peores condiciones de esclavitud. Y a las instituciones no les importa. No tienen derechos, son discriminados y maltratados, son consideradas sin valor, sólo porque son cristianos". Esto es lo que dice en una entrevista con la Agencia Fides, Michael Javed, político católico, ex miembro de la Asamblea Provincial de Sindh. Javed, que en el pasado era militante del Partido Popular de Pakistán (el partido que actualmente está en el gobierno federal en Pakistán), ha incorporado recientemente al Pakistán Tehreek-e-Insaaf (PTI), el nuevo partido formado por la estrella ascendente de la política nacional, Imran Khan. A Javed fue dado, en un primer momento, el asiento en el Parlamento federal que fue de Shabhaz Bhatti, pero la Comisión Electoral (en una decisión controvertida) lo ha asignado a un senador hindú.

Javed, ¿cuáles son los actores y las razones de los abusos a los cristianos en Karachi?

Permítame decir en primer lugar que es una situación horrible: niños y niñas violadas en "celdas de tortura", da miedo. Más de 5.000 cristianos de Essa Nagri, Ayub Goth y Bhittaiabad están bajo presión y viven con miedo. Los actores de la violencia son miembros de partidos étnicos e islámicos como la "Federación de Estudiantes pastún" y otros movimientos. Algunos dicen que estamos a favor de Occidente y no deberíamos tener el derecho de ir a las iglesias. No nos quieren, en un estado que, para ellos, debe ser islámico. A menudo no podemos abrir la boca. Estamos peor que los esclavos. En los últimos días, en un ataque en el Butukaluni, los militantes han destruido casas y propiedades de los cristianos, sin que nadie los detuviera.

¿Cuáles son las raíces de esta situación?

Los cristianos en Pakistán actualmente están viviendo en graves condiciones de inseguridad. No tienen representación pública y no cuentan para nada en la escena política. Con el sistema de elecciones conjuntas (los miembros de las minorías religiosas son elegidos en las listas de todos los partidos, nrd), los cristianos en la política son nombrados por los partidos políticos y por lo tanto, están condicionados. Estamos desapareciendo de la escena política. Cuando he pedido a la policía y a las instituciones a intervenir para detener la violencia en Karachi, nadie me ha escuchado y todos ellos parecen indiferentes. Nadie se toma en serio la situación de los cristianos, porque en la mente común, somos ciudadanos de "segunda clase".

¿Qué pide a la comunidad internacional?

Querría decir a la prensa internacional que es bienvenida para documentar las condiciones infrahumanas de los cristianos. La comunidad internacional, a menudo hace caso omiso de esta situación y la información es importante. Las instituciones no actúan. He tratado de ser una voz fuerte en defensa de los cristianos, después de la muerte de Shabhaz Bhatti. Pongo esperanzas en el nuevo partido político de Imran Khan. Sé que diciendo estas cosas, estoy en peligro, pero en el país se necesitan urgentemente voces fuertes para proteger la vida y los derechos de los cristianos.