Buenos Aires,
ARGENTINA (Agencia Fides, 11/10/2014) – El gobierno de Cristina
Kirchner está en una encrucijada por la estrategia que debe
adoptarse sobre el consumo de drogas. El gobierno está a favor de la
despenalización de la posesión de drogas blandas para consumo
personal, aunque la presidente nunca ha hablado y sabe que la Iglesia
se opone a la propuesta.
Como se ha puesto de
manifiesto en el debate que se está produciendo en los medios de
comunicación, el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el
Ministro de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, son favorables.
El Presidente de la
Comisión Episcopal para la Pastoral Social, Mons. Jorge Lozano,
obispo de la diócesis de Gualeguaychú, ha publicado un artículo en
el diario “La Nación”, en el que se afirma que “antes de
pensar en la despenalización, deben abordarse los temas de la
inclusión social, fortalecer la igualdad de oportunidades y la lucha
contra la adicción”.
Mons. Lozano
considera una prioridad garantizar el acceso a la educación y la
atención de los drogodependientes.
“La Sedronar
(organismo responsable de coordinar las políticas nacionales para la
lucha contra las dependencias está desarrollando un programa para
instalar en el país 150 centros preventivos locales de las
adicciones y 60 casas educativas terapéuticas. ¿No habría que
terminar de escribir este capítulo apenas iniciado antes de
despenalizar? ”, pregunta el obispo.
Y continúa
señalando “La lentitud de las causas por narcotráfico está
vinculada a falta de herramientas adecuadas y maniobras legales
inmorales ”. El obispo además pide “dotar de instrumentos de
control y de transparencia a las fuerzas de seguridad, garantizar la
transparencia para desmantelar la corrupción, definir leyes contra
el blanqueo de dinero”. El pasado mes de diciembre, muchos líderes
políticos firmaron un compromiso en este sentido.
Mons. Lozano
concluye pidiendo una consulta general: “Para una norma tan
importante es necesario plantear una consulta amplia y federal . No
puede quedar restringido el aporte a unos pocos actores en la ciudad
de Buenos Aires Debería haber audiencias públicas en cada
provincia, y escuchar a diversas organizaciones: iglesias, escuelas,
centros, institutos...”.