CIUDAD DEL VATICANO,
11 octubre 2014 (VIS).- Esta mañana se ha celebrado en la Basílica
de San Pedro una Santa Misa de acción de gracias por la canonización
de los santos canadienses François de Laval y María de la
Encarnación. El Papa FRANCISCO en su homilía habló de los
misioneros que al igual que los nuevos santos son personas dóciles
al Espíritu Santo que tuvieron la valentía de vivir el Evangelio.
''Acogieron la
llamada del Señor -dijo el Santo Padre-, saliendo a llamar a
todos en los cruces de caminos del mundo y de esa forma hicieron
mucho bien a la Iglesia, porque si la Iglesia se para y se cierra se
enferma y se puede corromper, sea con los pecados que con la falsa
ciencia separada de Dios que es el secularismo mundano. Los
misioneros han dirigido sus miradas a Cristo crucificado, han sabido
vivir en la pobreza y la abundancia, en la saciedad y en el hambre''.
El Papa dio dos
consejos a los peregrinos canadienses. En primer lugar les invitó a
tener siempre presentes a los pastores, que predicaron la palabra de
Dios. ''Considerad cuidadosamente el resultado de sus vidas e
imitar su fe'', dijo. Y en segundo lugar, citando nuevamente las
palabras de San Pablo:''Recordad aquellos primeros días en los que
después de haber recibido la luz de Cristo, tuvisteis que afrontar
una grande y dolorosa batalla'' los llamó a confiar y a ser
perseverantes: ''No perdáis vuestra confianza, a la que espera
una gran recompensa. Necesitáis sólo perseverancia... ''.
Antes de finalizar
FRANCISCO reiteró que no olvidasen a los tantos misioneros
canadienses que han evangelizado el mundo y que tampoco dejasen de
lado la franqueza y el valor porque ''el diablo es envidioso y no
tolera que una tierra sea tan fecunda de misioneros''. ''Rezad al
Señor -concluyó- que ''Quebec vuelva al camino fecundo,
ofrezca al mundo muchos misioneros'' y que los nuevos santos
canadienses ''nos ayuden como intercesores''.