viernes, 12 de diciembre de 2014

El Patriarca caldeo propone tres días de ayuno para pedir que los refugiados regresen a sus casas


Baghdad, IRAK (Agencia Fides, 12/12/2014)) – Ayuno, oración y penitencia en los tres días previos a la Navidad y la invitación a renunciar a las fiestas con música y bailes con motivo de Navidad y Año Nuevo: estos son los actos de penitencia que el Patriarca Louis Raphael I propone a todos los fieles de la Iglesia caldea para orar por la liberación de Mosul y de la llanura de Nínive y para demostrar la cercanía concreta y solidaria a todos los refugiados iraquíes, obligados a abandonar sus ciudades y pueblos que han caído bajo el control de los yihadistas del Estado Islámico (IS).

 

“En el tiempo de Adviento - escribe el Primado de la Iglesia caldea en el mensaje que hemos recibido también en la Agencia Fides – nos preparamos a la Navidad con el ayuno, la oración, la penitencia y las obras de caridad. Y sobre todo este año - añade el Patriarca - que vivimos aquí y ahora a la espera de su venida en nuestras vidas y en nuestros hogares, mientras nuestro país está experimentando circunstancias dolorosas y trágicas”.


Por esto S.B. Louis Raphael I Sako pide “a todos los hijos e hijas” de la Iglesia caldea que practiquen el ayuno estricto desde el lunes 22 hasta la tarde del 24 de diciembre, para invocar al Señor el don de la liberación de Mosul y de la llanura de Nínive, con la intención de que todos los refugiados puedan “regresar seguros a sus hogares, a su trabajo y a sus escuelas”. En su mensaje, el Patriarca Sako confía en que “Cristo escuchará nuestras oraciones”, y cita las palabras de Jesús registradas en el Evangelio de Mateo: “Pero esta raza de demonios no se expulsa sino solo con oración y ayuno” (Mt 17:21).


Además, el Primado de la Iglesia caldea sugiere a los cristianos el no organizar fiestas con música y bailes con motivo de Navidad y Año Nuevo. En lugar de eso invita a todos a apoyar las iniciativas de solidaridad dirigida a los hermanos que están en situación de emergencia. “He podido palpar su pesada y dolorosa cruz”, añade el Patriarca, haciendo referencia a su reciente visita a los refugiados que han encontrado refugio en la ciudad de Amadiya, e invita a todos a ayudar y consolar a los que viven en situaciones de emergencia similares en lugar de gastar energía y recursos en organizar “conciertos ruidosos”.