martes, 8 de abril de 2014

“La única institución que aún funciona es la Iglesia Católica”, dice el Arzobispo de Douala en una visita a Bangui


Bangui, REPÚBLICA CENTROAFRICANA(Agencia Fides, 08/04/2014) - “El estado ya no existe. La única institución que funciona es la Iglesia Católica. De hecho, los desplazados están viviendo en las parroquias católicas”, dice Su Exc. Mons. Samuel Kleda, Arzobispo de Douala, y presidente de la Conferencia Episcopal de Camerún, en una entrevista con “L'Effort Camerounais” (órgano oficial de los obispos de Camerún) en su visita a la República Centroafricana. Como es sabido, el país se encuentra todavía en el caos después de la expulsión de los rebeldes Seleka y de la violencia cometida por las milicias anti-Balaka.


Con su visita a Bangui, Mons. Kleda ha querido “mostrar la solidaridad a los hermanos de la República Centroafricana, haciéndoles sentir que no están abandonados. He traído los frutos de las colectas especiales realizadas en las parroquias de Camerún para que los cristianos y los pastores puedan satisfacer las necesidades de miles de personas desplazadas acogidas en las instituciones católicas”.


El Arzobispo de Douala se ha reunido con Mons. Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui y Presidente de la Conferencia Episcopal Centroafricana, a quien ha expresado la solidaridad de la Iglesia de Camerún, y señalado que el arma principal de los cristianos es la oración.


Según Mons. Kleda “es muy peligroso hablar de guerra confesional en Centro-áfrica”. En el país de hecho no se está ante una guerra de religión (no hay por ejemplo, casos de conversiones forzadas, a una u otra religión), sino que se está ante una guerra de depredación, conducida primero por los rebeldes Seleka (de los que, Mons. Kleda dice “no creo que sean musulmanes devotos”), y ahora de las milicias anti- balaka (“no creo que sean cristianos devotos, ya que usan amuletos para protegerse de las balas”, dice el obispo Kleda). “Decir simplemente que en Centro-áfrica hay un grupo de cristianos en lucha contra un grupo de musulmanes es muy peligroso y puede ayudar a dividir al país e incluso a crear problemas en la región”, concluye el arzobispo.


Camerún comparte una frontera con el norte de Nigeria, donde Boko Haram actua (que se supone que han secuestrado a dos sacerdotes italianos y una religiosa de Canadá en el norte, en la zona de Maroua), y por el otro con la República Centroafricana. Las palabras de Mons. Kleda son, por tanto, una advertencia para asegurar que la inestabilidad de este último país no se propague a toda la región.