viernes, 17 de abril de 2015

“La disminución de los ingresos del petróleo está provocando efectos negativos en la vida social”, afirma el Presidente de la CE de Gabón

Roma, ITALIA (Agencia Fides, 17/04/2015) - La caída en los precios del petróleo está teniendo un impacto negativo en la vida social de Gabón, uno de los mayores productores de crudo en África. Lo confirma Su Exc. Mons. Mathieu Madega Lebouakehan, Obispo de Mouila, que se encuentra en Roma para la visita ad limina, y que ha concedido a la Agencia Fides una breve entrevista.

La disminución de los ingresos del petróleo a causa de la caída de los precios internacionales del crudo ¿que impacto está teniendo en Gabón? 


“Está teniendo un impacto negativo en el país y la situación socio-económica se ve afectada en gran medida, como lo demuestran las numerosas huelgas de los últimos meses. Se han producido huelgas en casi todos los sectores: desde la sanidad a la administración pública, de las fronteras a las escuelas e incluso empresas privadas. Hemos asistido a una reducción de personal en varias compañías petroleras y esto suscita gran preocupación en el país”.


Recientemente ha habido disturbios por la muerte de André Mba Obame, uno de los principales opositores del país, que falleció tras una larga enfermedad, atribuida a una “maldición” que habría provocado la Presidencia.

¿Hasta que punto son fuertes estas creencias a nivel popular? 


“Hace falta conocer el sustrato social y antropológico del país. La población es muy religiosa, y en el sentir común los fenómenos pueden tener tres matrices: o son divinos, o derivan de la brujería o sino se pueden demostrar científicamente. Ante un un hecho determinado, a nivel popular, si no pueden decir que algo tiene un origen divino y no tienen evidencias científicas para explicarlo, entonces se dice que se trata de un conjuro. Por supuesto, la Iglesia no fomenta estas creencias y trata de promover una visión cristiana de la vida”.

Hoy en día, ¿cuáles son las esperanzas y desafíos de la Iglesia en Gabón? 


“El desafío para la Iglesia en Gabón es la necesidad de afianzar aún más nuestra fe en Cristo, a fin de evitar que se mezcle con el secularismo como con el relativismo, o con creencias diferentes a la fe cristiana. Nuestra esperanza viene de las muchas vocaciones sacerdotales y religiosas, así como de los muchos matrimonios religiosos”.

¿Cómo son las relaciones ecuménicas e interreligiosas en Gabón? 


“A nivel interreligioso con el Islam no tenemos problemas. Con los imanes y otros líderes religiosos musulmanes dialogamos a través de reuniones, formales e informales. En el ámbito del diálogo ecuménico tenemos excelentes relaciones con otras iglesias que se manifiestan públicamente, sobre todo durante la semana de oración por la unidad de los cristianos, donde somos testigos de las celebraciones de nuestros hermanos protestantes y viceversa. Pero con las llamadas sectas, algunas de origen cristiano, hay dificultades, porque no quieren dialogar, nos consideran “demonios”, y se sabe que con no los demonios no se conversa”.