“Las conclusiones de este encuentro se pueden simplificar en 3 elementos que servirán como guía para el futuro: la formación permanente, la asistencia sanitaria, el compromiso espiritual y pastoral que los obispos eméritos pueden continuar ofreciendo al continente” señala el padre Melo Sánchez.
De los 30 participantes en este primer encuentro, un grupo ya ha colaborado y trabajado con las Comisiones de las Conferencias Episcopales y otro grupo continúa ofreciendo un servicio pastoral en la propria iglesia particular. La propuesta final ha sido la de constituir un centro, comisión o consejo, donde los obispos eméritos puedan confluir para continuar ofreciendo su contribución, a través de sugerencias y consejos, en la acción pastoral en las realidades diferentes del continente.