El Papa expresa en el texto su sentido pésame y recuerda con gratitud el precioso servicio del prelado a la Santa Sede durante decenios como Director de la Civilización Católica, Perito en el Concilio Vaticano II, Director General de la Radio Vaticana y en especial como coordinador de las visitas papales fuera de Italia. ''Deja el recuerdo de una existencia dinámica y diligente, -escribe el Papa- vivida de forma coherente y generosa con su vocación como religioso preocupado por las necesidades de los otros y pastor fiel al Evangelio y a la Iglesia, siguiendo el ejemplo de San Ignacio. Elevo fervientes oraciones de sufragio para que el Señor lo acoja en la alegría y la paz eterna, y le imparto junto los a los hermanos jesuitas la consoladora bendición apostólica, signo de mi intensa participación en la tristeza común''.