jueves, 20 de agosto de 2015

Tema elegido por el Papa FRANCISCO para la 102 JM del Emigrante y del Refugiado

CIUDAD DEL VATICANO ( - Agosto 20 de 2015).  Esta mañana el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes y los Refugiados publicó el tema que el Santo Padre FRANCISCO ha elegido para la 102a Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, que se celebrará el 17 de enero de 2016:


"Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia"


La celebración de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado en el contexto del Año de la Misericordia

El tema elegido por el Papa FRANCISCO para esta edición se debe introducir lógicamente en el contexto del Año de la Misericordia que él convocara mediante la Bula Misericordiae vultus del 11 de abril de 2015, y que tendrá lugar entre el 8 de diciembre de 2015 y el 20 de noviembre de 2016.
 

Con el tema "Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia" quiere solidarse con los dos aspectos.

Con la primera parte del tema, “Emigrantes y refugiados nos interpelan”, se vuelve hacer presente la dramática situación de tantos hombres y mujeres, obligados a abandonar su propia tierra. No se debe olvidar, por ejemplo, las actuales tragedias del mar que han dejado víctimas emigrantes. 

De frente al riesgo evidente que este fenómeno ha dejado, el Santo Padre presenta el drama de los emigrantes y refugiados como una realidad que nos debe interpelar. En esta línea se sitúa la Bula Misericordiae vultus cuando afirma: “No caigamos en la indiferencia que humilla, en la arbitrariedad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para ver las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de  ayuda [...]. Que su grito se convierta en el nuestro y juntos podamos romper la barrera de indiferencia que a menudo reina para esconder la hipocresía y el egoísmo” (n. 15).



Con la segunda parte del tema, “La respuesta del Evangelio de la misericordia”, se vuelve a conectar de modo explícito el fenómeno de la migración con la respuesta del mundo y, en particular, de la Iglesia. En este contexto, el Santo Padre invita al pueblo cristiano a reflexionar durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporal y espiritual, entre aquellos que van a acoger a los forasteros. En este sentido no olvidando que Cristo mismo está presente entre los “más pequeños”, y que al final de la vida seremos juzgados por nuestra respuesta de amor (cfr. Mt 25,31-45). 

Siendo discípulos de Jesús, la Iglesia está siempre llamada a “anunciar la liberación a cuantos son prisioneros de las nuevas esclavitudes de la sociedad moderna” (Misericordiae vultus, n. 16), al tiempo que deberá profundizar en la relación entre justicia y misericordia, dos dimensiones de una única realidad (cfr. Misericordiae vultus, n. 20).



La celebración de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado en el contexto de las Iglesias locales

En línea con el deseo del Santo Padre, que quiere cada Iglesia particular sea “directamente convocada a vivir este Año Santo” (Misericordiae vultus, n. 3), el Pontificio Consejo de la Pastoral para Emigrantes y Refugiados ofrece las siguientes indicaciones:

- sugiere que la jornada jubilar sea celebrada particularmente a nivel diocesano y nacional, en el ámbito más cercano a los emigrantes y  refugiados, con su participación, e involucrando a la comunidad cristiana. 

- propone que el evento jubilar central sea el próximo 17 de enero de 2016, en la celebración de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado.

- alienta a las diócesis y comunidad cristiana, que todavía no lo han hecho, a la programación de las iniciativas, aprovechando la ocasión que ofrece este Año de la Misericordia.

- invita a no olvidar el aspecto de la sensibilización en la comunidad cristiana al fenómeno migratorio.

- auspica que la atención hacia los emigrantes y su situación no se reduzca a un único día.

- recuerda que también es importante realizar signos concretos de solidaridad, que tengan un valor simbólico, y que expresemos nuestra cercanía y atención a los emigrantes y refugiados. 

En ocasión de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado será publicado, come es  costumbre, un Mensaje Pontificio.


La Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado

Esta jornada encuentra su origen en la carta circular “El dolor y las preocupaciones”, que la Sagrada Congregación Consistorial envió el 6 de diciembre de 1914 a los Ordinarios Diocesanos Italianos. En ella se pedía, por vez primera, instituir una jornada anual de sensibilización sobre el fenómeno de la migración y también para promover una colecta en favor de las obras pastorales para los emigrantes Italianos y para la preparación de misioneros de emigración. Como consecuencia de esa misiva,  el 21 de febrero de 1915 se produjo la primera celebración de tal Jornada.

(Traducción del original italiano: )