Maumere, INDONESIA (Agencia Fides, 24/09/2019) - “Es un momento verdaderamente favorable para
la promoción vocacional y religiosa en la isla de Flores y en toda
Indonesia. En los últimos 15 años, han llegado una docena de nuevos
institutos misioneros”, explica a Fides el padre Luigi Galvani,
misionero camiliano de la misión de Flores desde hace 10 años (ver Fides
29/5/2009). “El Instituto Católico Ledalero, dirigido por los
Misioneros del Verbo Divino, contribuye al florecimiento de las
vocaciones en la isla. Este es el seminario más grande de toda Asia.
Actualmente hay más de mil estudiantes y recientemente hemos celebrado
cincuenta años desde la fundación”, relata el padre Galvani.
“En Maumere, hay 34 congregaciones religiosas y el año pasado llegaron
tres hermanas indias del Instituto del Amor Divino que inmediatamente
entraron en contacto con el espíritu misionero de la isla”. “Los
misioneros camilianos miramos hacia el futuro con gran esperanza en los
jóvenes que continúan llegando y se unen a nuestra congregación. También
por eso tuvimos que ampliar nuestras instalaciones y hemos comenzado un
proyecto para el nuevo noviciado”, señala.
El Padre Galvani continúa: “De cara al Mes Misionero Extraordinario,
nuestro compromiso es continuar las obras misioneras comenzadas en el
pasado. Aquí la realidad misionera de la Iglesia es realmente clara: la
formación y las obras sociales son las prioridades. Como religiosos
camilianos, queremos llegar a Timor Oriental, una antigua provincia de
Indonesia, pero también a Pakistán”, asegura el padre Luigi.
El misionero cuenta que “se abrió una heladería en el Centro Social de
San Camillo donde cientos de familias, incluidos extranjeros, vienen a
disfrutar del helado “San Camillo”. Es una iniciativa que llevamos a
cabo con el personal local y que también conoce nuestro obispo, monseñor
Ewaldus Martinus Sedu. Invitar a una persona a disfrutar de un helado
puede ser el comienzo de una amistad humana y, por lo tanto, de una
misión evangelizadora”.
Actualmente, la delegación indonesia de los camilianos está compuesta
por 6 sacerdotes, un diácono, 14 profesos temporales, 6 novicios, 42
estudiantes de filosofía y 20 aspirantes. Además del compromiso de
formación, los religiosos realizan trabajo pastoral en la capellanía del
hospital del gobierno (260 camas) y el ministerio entre los enfermos y
los ancianos en varias aldeas de la zona. Al mismo tiempo, ayudan a
cientos de niños en algunos centros nutricionales y promueven el
programa de “adopciones a distancia” para estudiantes sobresalientes.
“Después de diez años de compromiso misionero, miramos hacia el futuro
con nuevo entusiasmo y deseo de continuar expandiendo las “Cien brazos
de caridad” que San Camilo recomendó a sus religiosos”, explica una nota
del Instituto religioso.
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