Jalalabad, KIRGUISTÁN (Agencia Fides, 19/09/2019) – “En septiembre, nos preparamos para el
segundo año de nuestro proyecto educativo”, explica a Fides Sher
Abdugapirov, subdirector de Cáritas Kirguistán en Jalalabad. Las
actividades organizadas por los voluntarios sirven principalmente para
la formación cultural de niños de familias pobres en las regiones de
Chui, en el norte del país, y en Jalalabad, en el sur, y también hay
iniciativas dedicadas a los niños discapacitados. Los ex alcohólicos y
drogadictos, por otro lado, participan en proyectos de formación en el
sector agrícola y ganadero.
El subdirector explica el acompañamiento de los niños en los meses de
verano: “El verano es muy caluroso en Kirguistán. Las temperaturas van
entre 38 y 45 grados y no permiten grandes programas, excepto aquellos
relacionados con actividades típicamente de verano. Por ejemplo, este
año en el mes de julio organizamos un campamento de astronomía. Es un
evento anual de formación que se lleva a cabo durante varios días y está
dedicado al descubrimiento del cielo. Se lleva a cabo a orillas del
lago Issyk-Kul, uno de los lagos más grandes y profundos del mundo y en
él participan los mejores estudiantes de nuestros clubes de astronomía
presentes en varias escuelas de Kirguistán”. El proyecto de astronomía
fue lanzado por Cáritas Kirguistán en 2015 y “proporciona actividades
dedicadas a la observación nocturna del cielo, que se lleva a cabo de
manera lúdica. Los participantes tienen la oportunidad de conocer a
voluntarios y astrónomos polacos y trabajar con ellos.
Este año hubo cien estudiantes y seis formadores”. Mirando al cielo,
explica Cáritas, surge una reflexión sobre el infinito, sobre el sentido
de la vida, sobre la eternidad… es un camino de pre-evangelización para
los niños.
Cáritas debe sus orígenes en 2011 a la organización no gubernamental
“Light of Love”. La decisión de embarcarse en el camino de la
integración de la ONG en la organización pastoral y caritativa de los
obispos nació después de participar en una reunión organizada por
Cáritas Asia en 2014 en Almaty. En Kirguistán hay actualmente tres
parroquias en las ciudades de Bishkek, Jalalabad y Talas, pero hay
muchas comunidades pequeñas distribuidas en las zonas rurales del país.
Los católicos locales cuentan con la asistencia espiritual de siete
sacerdotes, una religiosa y cinco monjas franciscanas.