“Este y otros asesinatos no pueden sernos indiferentes” ha subrayado el obispo, que ha expresado su cercanía de Pastor a los padres y familiares de la joven víctima y de las otras cuatro mujeres que han sido asesinadas durante la primera semana del año. Celebrando la Eucaristía con esta intención, también ha invocado la paz para la región.
“Toda vida humana es sagrada”, ha reiterado el arzobispo Cárdenas Toro, invitando a los responsables a arrepentirse y detener estas acciones violentas. Luego ha pedido a las autoridades competentes que “hagan todo lo posible para garantizar el derecho fundamental a la vida de todas las personas, especialmente de aquellas que han sido violadas y vulnerables: mujeres, niños, adolescentes, comunidades étnicas y campesinas. El pueblo espera de ustedes justicia, verdad y acciones eficaces de protección”.
Además, se ha producido otro asesinato, de una niña de 11 años, Mayra Alejandra Orobio Solís, en el Vicariato Apostólico de Guapi, donde Monseñor Carlos Alberto Correa Martínez, ha expresado dolor y repudio a toda violencia. “Rechazamos con vehemencia la tortura, violación y posterior asesinato de la menor Mayra, encontrada esta mañana en terrenos de propiedad del vicariato en cercanías al Hogar Mónica, lugar de amparo y protección para niños vulnerables” ha dicho el Obispo, señalando que, lamentablemente, los eventos de muerte continúan creciendo en esta área. Luego ha recordado que “toda vida es un don, porque alguien nos la ha dado - Dios para nosotros los creyentes-, por tanto, nadie tiene derecho a destruir ninguna vida”.
Citando al Papa Francisco, Monseñor Correa Martínez ha recordado que “cualquier hecho violento puede desencadenar más violencia, odio o muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible”. Ofreciendo su oración y cercanía a los familiares de la menor, ha invitado a las autoridades competentes a agilizar la investigación de este asesinato. “Hay cierta sistematicidad en la persistencia de violaciones a niñas y jóvenes en nuestro municipio, pero la intimidación y el miedo mantienen a nuestra sociedad guapireña en un silencio con arista de complicidad”, ha subrayado monseñor Correa, invitando a no perder la confianza en el Señor de la vida y a defender la vida desde su concepción hasta la muerte natural.