Según los líderes de las diferentes religiones presentes, “la jornada ha sido una ocasión para expresar una fuerte invocación por la paz en Pakistán y en otros países del mundo”.
Los líderes han pedido al Gobierno “tomar medidas necesarias para proteger la vida de los ciudadanos”; reiterando el compromiso de “promover la paz y la armonía religiosa mediante el diálogo”. Los participantes han expresado su más sentido pésame a las familias de todas las víctimas de los recientes ataques, conmemorando a aquellos que han perdido la vida en atentados suicidas, explosiones y por el terrorismo en general en los últimos meses en diferentes partes del país, como en Karachi, Lahore y Rawalpindi.
“Es esencial seguir difundiendo mensajes y palabras de paz en Pakistán”, ha remarcado el p. Francis Nadeem, señalando que “existe una gran necesidad de armonía religiosa en todos los rincones del país”. “Necesitamos con urgencia unir nuestras manos y brazos, haciendo caso omiso de las diferencias y prejuicios, en favor del bien, de la paz, de la reconciliación”.