Port au Prince, HAITÍ (Agencia Fides, 02/09/2019) – Del 28 al 31 de agosto tres
representantes de CLAR, la Confederación Latinoamericana de Religiosos, a
saber, Hna. Daniela Cannavina, HCMR, (Secretaria General), Hna. Mónica
Benavides, HDV (Vicesecretaria) y padre Jean Hérick Jasmin, OMI (del
equipo de teólogos de la CLAR), han visitado las comunidades de vida
consagrada en Haití. Según la nota enviada a Fides por la CLAR, los
objetivos eran varios: mayor conocimiento, profundizar el horizonte
inspirador de la vida consagrada de América Latina y el Caribe, escuchar
la voz de los religiosos haitianos, consolidar la comisión para el
cambio sistémico y visitar algunos proyectos de comunidades
intercongregacionales.
Los misioneros, en su mayoría religiosos, llevan a cabo su misión en
Hairi, dedicándose principalmente a la educación de niños, adolescentes y
jóvenes, así como a ayudar a los ancianos en el servicio de salud
(dispensarios médicos). Algunos religiosos trabajan en escuelas de
formación profesional, así como colaboran en el cuidado pastoral de las
parroquias en las que residen las comunidades.
Con respecto a la situación social y política, por primera vez en Haití,
varias ramas de la oposición, de moderada a más progresista, se han
unido para promover estrategias capaces de enfrentar la compleja
situación de la nación caribeña, caracterizada por la deterioro
significativo en sus indicadores socioeconómicos. "Es una situación
caótica", dijo a la prensa local Chavannes Jean Baptiste, líder de la
plataforma 4G Kontre, y uno de los coordinadores del primer Foro
Patriótico para un acuerdo nacional.
Aunque las cifras oficiales indican que alrededor de 2,6 millones de
personas se encuentran en condiciones de inseguridad alimentaria,
"nuestro análisis en el campo y en los barrios populares garantiza que
el 80% de la población no pueda comer", informó Jean Baptiste. También
insistió en la situación de violencia extrema, especialmente en los
barrios de clase trabajadora de Puerto Príncipe y en otras ciudades del
país, así como en la pobreza, el hambre, el desempleo y la fuga masiva
de jóvenes a otras naciones. "El país está
inmóvil, bloqueado", se quejó, culpando a las autoridades de ser
responsables de la degradación sistemática y el saqueo de los recursos
naturales nacionales.
Aunque la crisis de Haití no es nueva, señalan que en los últimos años,
con el deterioro de la moneda nacional frente al dólar, el desempleo
generalizado ha empeorado, llegando a casi el 70% de la población activa
y restringido el acceso a servicios básicos como salud y educación.
El foro político-social que tuvo lugar en el municipio de Hinche entre
el 27 y el 31 de agosto propuso responder a esta situación y alcanzar un
acuerdo nacional entre las diversas fuerzas que aspiran a cambiar el
sistema, además de ofrecer perspectivas futuras para la población y
transformar la vida de las generaciones futuras. Cerca de 200 delegados
de alrededor de un centenar de organizaciones, partidos políticos,
representantes de la sociedad civil e invitados de Brasil, Argentina,
Estados Unidos, República Dominicana y Venezuela asistieron a la
reunión.