Ciudad de Ho Chi Minh, VIETNAM (Agencia Fides, 16/11/2021) - La compasión es la palabra clave
que une a los creyentes de diferentes religiones en Vietnam hoy, unidos
para dar ayuda, ternura, consuelo, esperanza a los enfermos y a los que
sufren, especialmente a los que están en el hospital, luchando contra
Covid. Así lo han expresado varios líderes religiosos en la 11ª
Conferencia organizada en los últimos días por el Comité de Solidaridad
Religiosa de Ho Chi Minh City, promovido por la Arquidiócesis Católica
de Ho Chi Minh City. En el encuentro se narraron historias y
experiencias que, en nombre de la solidaridad, han visto involucrados a
creyentes de diferentes religiones y credos, a los que les une la misma
compasión por los seres humanos, especialmente por los enfermos que
sufren y luchan con la enfermedad para volver a la vida normal.
Según la información de la Agencia Fides, una vasta experiencia de intercambio promovida en la ciudad ha reunido en los últimos meses a los 682 voluntarios de diferentes confesiones, que han colaborado con el personal médico y han vivido en armonía un tiempo calificado de "hermoso y pacífico", trabajando por el alivio físico, emocional, psicológico y espiritual de los que sufren. Los líderes presentes dijeron: "Las comunidades religiosas estaban más unidas al trabajar juntas para servir a los enfermos en Covid: las hermanas budistas y las católicas compartían alimentos materiales y espirituales. No había distinción de edad, etnia, religiones, todos miraban en la misma dirección, es decir, con el objetivo de servir al ser humano con amor. Esto dejó una huella de amistad, amor y estima mutua en los corazones de los líderes y creyentes involucrados".
Joseph Nguyen Nang, Arzobispo de Ho Chi Minh City, dijo en su discurso
durante el encuentro: "Esa comunión de propósitos no sólo proviene de la
compasión, sino del reconocimiento de la profunda dignidad que Dios ha
otorgado a cada persona. La fe en Dios es el fundamento último de la
fraternidad. Aunque cada religión se dirija a Dios con nombres
diferentes, todas creen en un solo Dios, el Dios Todopoderoso, el
Creador. Dios creó a todos los seres y es el padre de todos; por eso
todos somos hermanos, unidos por la fe en nuestro Dios. Si los niños no
se dan cuenta del Padre común al que todos pertenecemos, vivirán según
el egoísmo y protegerán sólo sus intereses personales. De este modo, no
se construye la fraternidad, sino la divergencia y la separación,
incluso hasta el conflicto. La fe en Dios es la base del máximo vínculo
de hermandad”. “Los representantes de todas las religiones que
participan en esta XI Conferencia Interconfesional han expresado con
fuerza esta firme convicción – continuo explicando el arzobispo -.
Apoyemos y acompañemos a la humanidad en nuestra sociedad, seamos un
signo de unidad, construyamos puentes, derribemos todos los muros de
obstáculos y sembremos las semillas de la reconciliación”.
El Arzobispo expresó su esperanza de que el ecumenismo y la cooperación
entre religiones en Vietnam sigan desarrollándose, especialmente a
través de las dificultades. El Comité de Solidaridad Religiosa de la
ciudad de Hochiminh anunció entonces que las campanas de todas las
iglesias, pagodas y otros templos de la ciudad sonarían simultáneamente a
las 19:30 horas del 19 de noviembre en memoria de todos los fallecidos
de Covid-19 en la metrópoli.
Según recientes estadísticas oficiales del gobierno, en Vietnam, de una
población de 97 millones de habitantes, la mayoría de la población (70%)
sigue el culto tradicional o se declara "no creyente". También hay 15,1
millones de budistas mahayana y 1,3 millones de budistas Hoa hao; 7,1
millones de católicos, 1 millón de cristianos protestantes; 1,1 millones
siguen el culto Cao Dai, 80.000 musulmanes, junto a otras minorías
hindúes y bahaíes.