lunes, 14 de octubre de 2013
Libertad con o sin Dios, 24 años después de la caída del muro de Berlín
CIUDAD DEL VATICANO, 14 Octubre 2013 (VIS).- Esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar la Conferencia de Presentación del “Atrio de los Gentiles” que este año se celebrará en Berlín del 26 al 28 de Noviembre de 2013. La iniciativa, promovida por el Pontificio Consejo para la Cultura en colaboración con la Arquidiócesis de Berlín y la Conferencia Episcopal Alemana, tiene el objetivo de relanzar el diálogo entre creyentes y no creyentes que se interrogan sobre los grandes temas del mundo contemporáneo.
Intervinieron en el acto el Cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura; Monseñor Robert Zollitsch, Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana; Padre Hans Langendörfer, S.I., Secretario General de la Conferencia Episcopal Alemana; Joachim Hake, Director de la Academia Católica de la Arquidiócesis de Berlín y el Padre Laurent Mazas, Director Ejecutivo del “Atrio de los Gentiles”.
El encuentro afrontará cuestiones como la profundidad del humanismo ético, la grandeza de la fe en Dios, la libertad del arte y la belleza, el respeto y la creación, aspectos y modelos del hombre, la gracia y la dignidad de la naturaleza humana y la devoción.
Con el título "Si no hay ningún Dios, todo está permitido", el "Atrio de los Gentiles" se inaugurará en el Municipio Rojo de Berlín. El tema "Observa al hombre: ¿criatura de Dios dotada de creatividad o artífice de sí mismo?, se tratará en la Universidad Charitè de Medicina; y finalmente los temas del respeto, blasfemia y la libertad artística se tratarán en el Deutsches Theater.
"Existen numerosas experiencias de la libertad con Dios, y sin Dios en Berlín -ha dicho monseñor Robert Zollitsch- y son tan diversas como los habitantes de esta ciudad. Las calles de sus vidas y de su libertad se entrelazan en continuación, como las procesiones en el Museo Bode. El Atrio de los Gentiles quiere mostrar la riqueza y la profundidad de la fe católica, expresar su agradecimiento por las posiciones de los no creyentes, y ver en la fe las huellas de la incredulidad".