miércoles, 21 de mayo de 2014

Audiencia General de FRANCISCO: “El don de ciencia nos lleva a descubrir la belleza de la creación de la que somos custodios”














Imagen: RADIO VATICANO


CIUDAD DEL VATICANO, 21 mayo 2014 (VIS).- El don de ciencia que ''no se limita al conocimiento humano, sino que a través de la creación nos lleva a percibir la grandeza de Dios y su amor por sus criaturas'', ha sido el tema de la catequesis del Papa FRANCISCO durante la Audiencia General de los miércoles.


Ante más de 50,000 personas a las 10.15 horas, en la Plaza de San Pedro, el Pontífice ha explicado que este don del Espíritu Santo nos hace también descubrir cómo la belleza e inmensidad del cosmos nos habla del Creador y nos invita a alabarlo ''desde lo más profundo de nuestro corazón y a reconocer, en todo lo que tenemos y somos un don inestimable de Dios y un signo de su amor infinito por nosotros''.


Ya en el primer capítulo del Génesis, al comienzo de la Biblia, se evidencia que Dios mismo se alegró de su obra ''subrayando repetidamente la belleza y la bondad de cada cosa... Si Dios ve que la creación es buena y bella - ha dicho FRANCISCO - también nosotros tenemos que asumir esa actitud.. Y cuando Dios acabó de crear al hombre no dijo ''vio que era bueno'', sino '' vio que era muy bueno''. A los ojos de Dios somos lo más hermoso, lo más grande, lo mejor de la creación: hasta los ángeles están por debajo de nosotros; somos más que los ángeles. El Señor nos quiere y tenemos que agradecérselo. El don de ciencia nos sintoniza en profundidad con el Creador y nos hace participar en la claridad de su mirada y de su juicio. Y, desde esta perspectiva - ha dicho el Papa - descubrimos que el hombre y la mujer son el culmen de la creación, como coronación de un plan de amor grabado en cada uno de nosotros y que nos lleva a reconocernos como hermanos y hermanas''.


Todo esto es ''motivo de serenidad y de paz y hace del cristiano un testigo gozoso de Dios, como lo fueron San Francisco de Asís y tantos otros santos que alabaron y cantaron su amor a través de la contemplación de la creación. Del mismo modo el don de ciencia nos ayuda a no caer en el peligro de... creernos dueños absolutos de ella. La creación no es una propiedad de la que podemos disponer como nos parezca, ni mucho menos es sólo propiedad de algunos, de pocos: la creación es un don maravilloso que Dios nos ha dado para que la cuidemos y la utilicemos con respeto, gratitud y en beneficio de todos''.El don de ciencia ayuda también a evitar otro riesgo que es el de limitarnos a las criaturas. ''como si sólo ellas representasen la respuesta a todas nuestras expectativas''.


El Papa ha insistido en el primer riesgo, apropiarse de la creación en vez de cuidarla . La creación, ''es un regalo que nos ha hecho Dios... y cuando la explotamos, destruimos el signo de su amor. Destruir la creación es decir a Dios: ''No me gusta'' Y esto no está bien, es un pecado. El cuidado de la creación es el cuidado del regalo de Dios, es decir a Dios: ''Gracias, yo soy el que cuida la creación pero para que progrese, jamás para destruir tu regalo''.


''Ese debe ser nuestro comportamiento con la creación porque si la destruimos, ella nos destruirá. ¡No lo olvidéis!'', ha reiterado el Papa, recordando después que hace tiempo en el campo una persona muy sencilla, a la que le gustaban las flores le dijo: ''Tenemos que cuidar de las cosas bellas que Dios nos ha dado; la creación es para nosotros para que la aprovechemos bien; no para explotarla sino para cuidarla porque Dios perdona siempre, nosotros los seres humanos perdonamos algunas veces, pero la creación no perdona jamás y se no la cuidas te destruirá''.


''Tenemos que pensar en todo esto -ha concluido- y pedir al Espíritu Santo el don de la ciencia para entender que la creación es el regalo más hermoso de Dios que hizo tantas cosas buenas, pero la mejor es el ser humano''.


Al finalizar la Audiencia General saludó a los fieles en francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco y árabe.


Estas fueron sus palabras en castellano:


"Queridos hermanos y hermanas


Hoy vemos otro don del Espíritu Santo, el don de ciencia. Esta ciencia no se limita al conocimiento humano de la naturaleza, sino que, a través de la creación, nos lleva a percibir la grandeza de Dios y su amor por las criaturas. Este don del Espíritu Santo nos hace descubrir cómo la belleza e inmensidad del cosmos nos habla del Creador y nos invita a alabarlo. Al comienzo de la Biblia, se subraya que Dios mismo se alegró de su obra: todo era bueno y, el hombre, era "muy bueno". El don de ciencia nos pone en sintonía con esta mirada de Dios sobre las cosas y las personas. Una mirada bondadosa y respetuosa, que nos advierte del peligro de creernos los dueños absolutos de la creación, disponiendo de ella a nuestro antojo y sin límites. La creación no es propiedad nuestra, ni, menos aún, sólo de algunos, sino que es un regalo que Dios nos ha dado para que la cuidemos y la utilicemos con respeto en beneficio de todos. Si no cuidamos la creación, la destruimos. Y se destruimos la creación, la creación nos destruirá a nosotros. Recuerden aquel dicho: Dios perdona siempre, nosotros, los hombres, perdonamos algunas veces, la naturaleza no perdona nunca si la maltratamos.


Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, particularmente a los grupos de sacerdotes del Colegio Mexicano en Roma, de la Arquidiócesis de Madrid y de la Diócesis de Nezahualcoyotl, así como a los fieles venidos de España, México, Argentina, Panamá, Costa Rica, Paraguay, Perú, Colombia y otros países latinoamericanos. Que sepamos ver cuanto nos rodea como obra de Dios, y a nuestros semejantes como hermanos y hermanas. Muchas gracias".


La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica impartida por el Papa FRANCISCO.