El acto ha sido condenado inmediatamente con un comunicado – recibido en la Agencia Fides - por el Consejo de las Instituciones Religiosas de Tierra Santa, a las que también se une el Gran Rabinato de Israel.
Las modalidades del atentado y las inscripciones encontradas en las paredes sugieren que el ataque contra el seminario greco-ortodoxo representa otro episodio en la larga serie de profanaciones e intimidación cometidas por grupos extremistas de colonos judíos en detrimento de los monasterios, iglesias y cementerios cristianos desde febrero de 2012. Desde entonces, firmándose a menudo con la frase “el precio a pagar” (price tag), los grupos extremistas militantes cercanos al movimiento de colonos también han realizado ataques contra mezquitas frecuentadas por los árabes palestinos de religión islámica. Ayer los extremistas judíos incendiaron la mezquita de Al-Huda, en la ciudad de Jabaa, al sur-oeste de Belén.