Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 17/05/2019) - "Con gratitud queremos felicitar a 
todos los docentes de nuestro país, reconociendo su valiosa contribución
 diaria a la formación de una cultura cada vez más humana, fraterna y 
solidaria". Este es el inicio del mensaje que con motivo del "Día del 
Maestro", el jefe de la Pastoral de Educación y Cultura de la 
Conferencia Episcopal Mexicana, monseñor Enrique Díaz Díaz, obispo de 
Irapuato, dirigió a quienes considera que son "operadores indispensables
 del esfuerzo educativo diario en nuestro país". 
"El trabajo profundamente humano de un maestro en el aula no puede ser 
reemplazado nunca, porque no es solo un transmisor de conocimientos, 
técnicas o competencias. Se trata también de una expresión del cuidado, 
el afecto y la dedicación que todo ser humano requiere en su camino de 
comprensión de la realidad. Todo centro de educación preescolar, 
primaria, secundaria, superior, tecnológica y universitaria de la 
primera infancia "es un espacio en el que la persona forja su propia 
concepción de sí misma, de su propia realidad, de la historia, del mundo
 y de Dios, en plena libertad y responsabilidad. Solo a través de un 
proceso educativo, que implica diálogo y encuentro, la persona descubre 
que está llamada a responder a las preguntas fundamentales de la vida: 
¿quién soy yo?, ¿cómo puedo ser útil a este mundo?, ¿cuáles son mis 
habilidades con las que puedo transformar constantemente esta realidad 
en una realidad cada vez más positiva y plena, y así lograr
la felicidad? y ¿cómo puedo hacer elecciones de vida sólidas y 
coherentes frente a la realidad histórica a transformar?
Los obispos hacen un llamado a todos los ciudadanos "para que promuevan 
una educación solidaria, de la mano de toda institución educativa" y 
subrayan: "Es un tiempo de prudencia, de fortalecimiento del Estado de 
derecho, de generación de seguridad en las decisiones públicas, de 
máxima reflexión y transparencia por parte de todos, así como de 
solidaridad con los más necesitados". Piden que se asuman 
responsablemente los grandes retos de este tiempo y, en particular, que 
los padres, "que son los primeros responsables de la educación de los 
niños y jóvenes, se impliquen cada vez más en la vida escolar".
En la conclusión se afirma que "el desarrollo humano, integral, 
solidario y sostenible, como subraya el Papa Francisco en su Encíclica 
Laudato si', es la única brújula que puede guiarnos en nuestro camino 
compartido por el bien de todos los mexicanos y de toda la humanidad".
Según el último Anuario Estadístico de la Iglesia, en México la Iglesia 
gestiona 3,047 jardines de infancia, 2,436 escuelas primarias y 2,045 
escuelas secundarias. 
 
