Harare, ZIMBABWE (Agencia Fides, 17/09/2019) - “Estamos profundamente preocupados por las
noticias de incursiones nocturnas de hombres enmascarados desconocidos
que hostigan, golpean, secuestran, torturan y cometen agresiones
sexuales contra personas que consideran disidentes. Preocupados también
por la represión violenta de las manifestaciones por parte de la
policía”. Es lo que afirman los obispos de Zimbabwe en su carta pastoral
en la que hacen un balance de la herencia política y social del ex
presidente Robert Mugabe, quien murió en Singapur el 6 de septiembre a
los 95 años.
Mugabe, considerado el padre del país por liderar la lucha por la
independencia nacional, se vio obligado a renunciar en 2017 después de
más de 30 años de poder, que con el tiempo se habían vuelto cada vez más
autoritarios y violentos.
Al denunciar la violencia cometida por la policía del nuevo gobierno,
los obispos subrayan que “tales actos, que contradicen la narrativa
positiva de la Segunda República de Zimbabue, no tienen cabida en una
sociedad democrática y no debe haber impunidad para quienes cometen
estos crímenes”, que no pueden justificarse en nombre de una supuesta
paz social.
Los obispos reconocen los éxitos logrados por Mugabe en la lucha de
liberación nacional, pero critican los métodos utilizados para obtener
una mayor justicia. “Las intenciones y los objetivos fueron buenos, pero
la forma de alcanzarlos planteó una serie de cuestiones éticas. Una
acción malvada no puede justificarse por una buena intención”, dice la
carta titulada no por casualidad “El fin no justifica los medios”.
Mientras tanto, en la capital, Harare, cientos de médicos salieron a las
calles ayer 16 de septiembre, para protestar por la desaparición de su
líder sindical, Peter Magombeyi, jefe de la Asociación de Médicos del
Hospital (ZHDA), quien murió el 14 de septiembre, el día del funeral de
Mugabe. Desde el año pasado, decenas de activistas políticos y
sindicalistas han sido secuestrados por presuntos miembros de las
fuerzas de seguridad. La mayoría fueron liberados más tarde. Declararon
haber sufrido malos tratos durante su detención.