CIUDAD DEL VATICANO, 13 NOV 2011 (VIS).- El carácter provisorio de la existencia terrenal y la invitación a vivirla como "una peregrinación" hacia la meta, hacia el Dios que "es nuestro último destino y que da sentido a nuestra vida", fueron el tema central del Ángelus rezado por S.S. Benedicto XVI con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El Papa explicó la parábola de los talentos que narra San Mateo en el Evangelio de hoy. "Jesús -dijo- habla de los tres servidores a los que el patrón, cuando parte para un largo viaje, confía sus bienes. Dos de ellos se comportan bien, porque hacen que los dones recibidos fructifiquen el doble. El tercero en cambio, esconde el dinero en un hoyo. Cuando el patrón vuelve a casa pide cuentas a sus servidores y, mientras se complace de lo que han hecho los dos primeros, le disgusta el comportamiento del tercero (...) porque se había portado como si su patrón no fuera a regresar nunca, como si el día en que le habría pedido cuentas no fuera a llegar".
"Con esta parábola, Jesús quiere enseñar a los discípulos a usar bien sus dones: Dios llama a cada ser humano a la vida y le asigna diversos talentos, confiándole al mismo tiempo una misión que cumplir. Sería de necios pensar que esos dones sean debidos, así como renunciar a emplearlos, sería como prescindir del objetivo de la propia existencia. Comentando esta página evangélica, San Gregorio Magno, observa que el Señor no deja a nadie sin el don de su caridad, del amor".