miércoles, 25 de abril de 2012

Aprovechar las numerosas ocasiones que el fenómeno del turismo nos ofrece para presentar a Cristo


Cancún, México (Agencia Fides, 24/04/2012) - "El turismo no es sólo una oportunidad sino también ha de ser un derecho para todos, que no puede ser restringido a unas determinadas franjas sociales ni a unas zonas geográficas concretas... Por ello, han de promoverse las condiciones que favorezcan la existencia de un turismo social, al que todos tengan acceso, y de modo especial las familias, los jóvenes, los estudiantes, las personas mayores y las que padecen minusvalías". Son las palabras del Cardenal Antonio Maria Vegliò, Presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, en el discurso inaugural del VII Congreso Mundial de Pastoral del Turismo, que tiene lugar en Cancún, México, del 23 al 27 de abril, sobre el tema "El turismo que marca la diferencia". El Card. Vegliò ha recordado que el "Papa Pio XII fue el primer pontífice que de modo sistemático abordó la pastoral del turismo", y "desde ese momento, la atención pastoral de la Iglesia ha experimentado un continuo crecimiento en sus iniciativas, al tiempo que ha ampliado los ámbitos de su acción" 

La Organización Mundial del Turismo registró 980 millones de llegadas turísticas internacionales en el año 2011, una cifra que alcanzará el hito de mil millones este año. Con esta tasa de crecimiento, las llegadas de turistas internacionales serán de dos millones en 2030. Además hay que añadir los números aún más altos que conforman el turismo a nivel local, ha recordado el Cardenal describiendo "esta importante realidad humana".
Entre los aspectos positivos del turismo, el Cardenal Vegliò ha subrayado que "es una ocasión para la restauración física y espiritual; camino para el recíproco conocimiento de personas, pueblos y culturas; instrumento de desarrollo económico y de lucha contra la pobreza; promotor de paz, de tolerancia, de fraternidad y de diálogo entre civilizaciones; oportunidad de encuentro con la naturaleza; factor de auto-educación y ocasión de crecimiento humano; y ámbito de contemplación y de crecimiento espiritual". Sin embargo no está exento de riesgos ni de rasgos negativos, ya que el turismo "puede promover peligrosos cambios urbanísticos y medioambientales, el deterioro del patrimonio cultural, la merma de valores y, lo que es mucho peor, un menoscabo de la dignidad humana".
En su Mensaje enviado al Congreso, el Santo Padre Benedicto XVI ha indicado como "la posibilidad que nos brindan los viajes de admirar la belleza de los pueblos, de las culturas y de la naturaleza, nos puede conducir a Dios, favoreciendo la experiencia de fe... Por otra parte el turismo, como toda realidad humana, no está exento de peligros ni elementos negativos. Se trata de males que hay que afrontar urgentemente, ya que conculcan los derechos y la dignidad de millones de hombres y mujeres, especialmente de los pobres, los menores y los discapacitados. El turismo sexual es una de las formas más abyectas de estas desviaciones que devastan, desde el punto de vista moral, psicológico y sanitario, la vida de las personas, de tantas familias y, a veces, de comunidades enteras. La trata de seres humanos por motivos sexuales o para trasplantes de órganos, así como la explotación de menores, su abandono en manos de personas sin escrúpulos, el abuso, la tortura, se producen tristemente en muchos contextos turísticos. Todo esto ha de inducir a aquellos que se dedican pastoralmente o por motivos de trabajo al mundo del turismo, y a toda la comunidad internacional, a aumentar la vigilancia, a prevenir y contrastar estas aberraciones".
El Santo Padre después indica tres ámbitos en los que debe centrar su atención:
la pastoral del turismo: reafirmar el derecho para todos los seres humanos de poder gozar de tiempo libre y de las vacaciones periódicas; "organizar las visitas turísticas siempre desde el respeto al lugar sagrado y a la función litúrgica para la que nacieron muchas de estas obras y que sigue siendo su destino primordial"; "acompañar a los cristianos en el disfrute de sus vacaciones y tiempo libre, de modo que sean de provecho para su crecimiento humano y espiritual". El Papa concluye diciendo: "La nueva evangelización, a la que todos estamos convocados, nos exige tener presente y aprovechar las numerosas ocasiones que el fenómeno del turismo nos ofrece para presentar a Cristo como respuesta suprema a los interrogantes del hombre de hoy"

Links:
El texto completo del Mensaje del Santo Padre en varias lenguas

http://press.catholica.va/news_services/bulletin/news/29099.php?index=29099&lang=it