lunes, 22 de abril de 2013

Abusos sexuales a unos 50 mil niños en 10 años: “¿Qué valor tiene la vida?” pregunta la iglesia India


Delhi, INDIA (Agencia Fides, 22/04/2013) – “¿Qué valor tiene la vida humana?¿Qué significado tiene?”: se debe partir de esta pregunta de sentido, a nivel cultural, antropológico y religioso, para buscar respuestas al triste fenómeno de la violencia y el abuso sexual de menores, que en la India han alcanzado la cifra récord de 48.338 casos en la década del 2001-2011. Así lo afirma a la Agencia Fides el padre Dominic D'Abreo, portavoz de la Conferencia Episcopal de la India, al comentar el último caso de una niña de 5 años en Delhi, secuestrada y violada repetidamente durante 48 horas por dos secuestradores, detenidos por la policía.

“Estamos muy tristes - dice el padre D'Abreo a Fides - el país entero está en shock. Estos episodios arruinan el nombre y la imagen de la nación. Personas de todas las religiones protestan y están en shock. Las Ong y el gobierno están haciendo esfuerzos para erradicar el fenómeno. Es urgente trabajar en la sensibilización de la sociedad, en la base, no sólo en un nivel alto. Todos deben asumir parte de responsabilidad”.


Un reciente informe enviado a la Agencia Fides por el “Asian Centre for Human Rights”, muestra cifras impresionantes: según las estadísticas oficiales, se han registrado un total de 48.338 casos de violaciones de niños en la década de 2001 a 2011, con un aumento del 336% de los casos entre el 2001 (2.113 casos) y 2011 (7.112 casos).


Y se trata sólo de los casos denunciados y verificados. En la raíz del fenómeno, el p. D'Abreo indica que se encuentra “una cultura que se basa enteramente en el dinero, el placer, el poder”, y que ha dejado de lado el valor y el sentido profundo de la vida humana. “La vida es degradada: ya no se pregunta qué significado tiene” algo que es una pregunta fundamental para la vida de todos los hombres.


Por ello, un campo en el que hay que trabajar, explica, “es sin duda la educación, el desarrollo de la conciencia, un trabajo que la Iglesia realiza sobre todo en las zonas remotas y con grupos pobres y marginados”. “Es nuestro campo de misión especial - añade el sacerdote – con el que contribuimos a la mejora de la sociedad”. En el ámbito legislativo, por último, “las leyes están ahí, pero hay que hacerlas aplicar”, señala el portavoz de los obispos, pidiendo “una obra fundamental de educación y sensibilización de las familias, base de la sociedad”.