CIUDAD
DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.com
- Abril 23 de 2913).- El secuestro de los dos Obispos de Aleppo, respectivamente de la Iglesia siro-ortodoxa, Mar Gregorios Ibrahim, y de la greco-ortodoxa de Antioquía, Paul Yazigi, y el homicidio de su chofer, mientras cumplían una misión humanitaria, es una confirmación dramática de la trágica situación que enfrenta la población de Siria y sus comunidades cristianas.
El Santo Padre FRANCISCO fue informado de este nuevo hecho gravísimo, que se suma al crecimiento de la violencia en los últimos días y en una emergencia humanitaria de grandes proporciones,
el Pontífice sigue los acontecimientos orando intensamente por la salud
y la pronta liberación de los dos Obispos y para que, con el compromiso de todos, el pueblo sirio pueda finalmente ver respuestas eficaces al drama humanitario y surja un horizonte de esperanzas reales de paz y de reconciliación.