Colombo, SRI LANKA (Agencia Fides, 03/05/2019) – “La Iglesia está seriamente preocupada por las
noticias de venganza y represalias contra ciudadanos musulmanes,
refugiados y solicitantes de asilo en Sri Lanka. Muchos han huido de la
persecución en sus tierras y ahora están siendo atacados. Se informó de
unos 900 casos y unas 150 personas tuvieron que buscar refugio en
comisarías de policía. El terrorismo quiere alimentar el odio y sembrar
la discordia en oposición al amor y la fraternidad, la paz y la armonía.
“¿Hay alguna diferencia entre nosotros y los terroristas si atacamos a
personas inocentes solo por odio a la diversidad?” Es lo que recoge una
nota oficial del Presidente de la Federación de Conferencias de
Episcopales de Asia (FABC), el cardenal Charles Maug Bo, obispo de
Yangon (Myanmar), hablando sobre la situación en Sri Lanka tras los
ataques de Pascua.
“En nombre de la Federación de Conferencias de Obispos Asiáticos y de la
Iglesia en Myanmar, condenamos inequívocamente los horribles ataques
suicidas contra civiles desarmados en iglesias y hoteles el domingo de
Pascua, 21 Abril de 2019, en Sri Lanka. Muchos han sido atacados
mientras celebraban los momentos más alegres del calendario cristiano:
la victoria de la vida sobre la muerte en la Resurrección de Cristo. Por
desgracia, aquellos que intentan promover la discordia y el odio se
emplearon a fondo ese día sembrando muerte y destruyendo vidas
preciosas”, asegura la declaración.
El cardenal señala: “Los cristianos y los musulmanes en Sri Lanka son
minorías y han sufrido discriminación, intolerancia y persecución en el
pasado. Volverse unos contra otros solo empeoraría la situación. La
solidaridad debe prevalecer. Las acciones de un grupo pequeño, que
representa una interpretación extremista de una religión no deben usarse
para juzgar a toda esa comunidad de creyentes”. Por esta razón, los
obispos asiáticos piden a los líderes religiosos “promover un sentido de
solidaridad y reconstruir la confianza entre las comunidades”, y a las
autoridades de Sri Lanka “actuar para detener la incitación al odio y
proteger a los más vulnerables. Ignorar este problema solo estimulará el
resentimiento, que es exactamente el objetivo de ISIS”.
El mensaje asegura “oraciones para que la curación física y emocional y
para que el amor prevalezca. No permitamos que el odio se convierta en
un referente en nuestras vidas. En cambio, que el amor mutuo reine”. La
Federación de Obispos Asiáticos reafirma su cercanía “a todos aquellos
en Asia que sufren persecución y odio”, oponiéndose, en nombre del
Evangelio “a cualquier forma de intolerancia, odio, discriminación,
violencia e injusticia”.