Ciudad de Panamá, PANAMÁ (Agencia Fides, 17/09/2019) - Revitalizar el ministerio juvenil a
través de la formación de líderes “de acuerdo con los desafíos y
circunstancias del mundo”, articulando los procesos por etapas y edades;
promover una atención pastoral “en salida” para los jóvenes más
vulnerables, jóvenes migrantes, campesinos, afrodescendientes, nativos y
aquellos que viven en riesgo social; y acompañar el discernimiento
sobre el proyecto de vida de los jóvenes con proyectos conjuntos entre
la pastoral juvenil y la pastoral vocacional.
Estos son los compromisos asumidos por los delegados de la Pastoral
Juvenil de la diócesis de Panamá, “con determinación y entusiasmo, al
comienzo del trienio vocacional juvenil, que será
un período en el que la Iglesia volverá su mirada hacia los jóvenes,
convencidos de que son el hoy de Dios”. En el documento redactado al
final de la IX Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil, celebrada en la
diócesis de Penonomé, del 12 al 15 de septiembre, bajo la guía de los
obispos panameños, los delegados diocesanos, de los movimientos
eclesiales y de la pastoral juvenil.
“Una vez más estamos fascinados, como los primeros discípulos, por la
llamada que Cristo nos ha hecho en este camino”, indica la nota recibida
por Fides. “Nos acercamos a nuestra historia con un corazón ardiente y
agradecido, para profundizar en las raíces de la vida de la Iglesia y de
la juventud panameña. Escuchamos, con amor y humildad, el grito de los
jóvenes, con sus luces y sombras, alegrías y tristezas, decepciones y
esperanzas”.
En la reunión, los jóvenes reflexionaron sobre su papel como
“protagonistas en la construcción de una sociedad en la que se viven los
valores evangélicos del Reino de Dios: dar valor a la vida, respetar la
dignidad humana y fortalecer la cultura de la paz”, en otras palabras
“la civilización del Amor”. Tienen la intención de seguir el camino de
conversión “para influir positivamente en la vida pública de nuestro
país y la preservación de nuestra casa común”. Se subraya la alegría del
encuentro con las diferentes culturas de las diócesis panameñas, “en
una atmósfera de oración y hermandad juvenil”.
En la conclusión del texto, los líderes de la pastoral juvenil nacional
asumen “como una misión permanente, el anuncio del nuevo mensaje de
esperanza dado por el Papa Francisco a los jóvenes del mundo: ¡Cristo
vive! ¡Es nuestra esperanza!”