miércoles, 5 de noviembre de 2014

Audiencia General del Papa FRANCISCO: “Una Iglesia separada de su Obispo es una Iglesia enferma”


CIUDAD DEL VATICANO, 5 noviembre 2014 (VIS).- El Santo Padre FRANCISCO ha dedicado la catequesis de hoy miércoles a la dimensión jerárquica de la Iglesia. Cómo mediante los ministerios, Cristo edifica la Iglesia como su cuerpo y de entre ellos destaca el ministerio episcopal, a través del cual el Señor se hace presente en su Iglesia, la guía y la cuida.


''En la presencia y en el ministerio de los obispos, de los presbíteros y diáconos -ha dicho-podemos reconocer el verdadero rostro de la Iglesia... y a través de estos hermanos elegidos por el Señor y consagrados con el sacramento de la ordenación, la Iglesia ejercita su maternidad''. El Pontífice ha destacado que no se trata, por tanto, de un cargo honorífico, sino de un servicio que se ha de realizar siguiendo el ejemplo de Jesús.


Ha hablado también de la unión de los Obispos como una única familia. ''Al igual que Jesús llamó y pensó en los Apóstoles no por separado sino unidos en torno a él, como una familia, también los Obispos constituyen un único colegio, reunido en torno al Papa, que es el custodio y garante de la comunión entre ellos'' y ha recordado ''a todos los obispos repartidos por el mundo que se sienten unidos a los demás, y son expresión visible del vínculo íntimo que une sus respectivas comunidades en la única Iglesia de Cristo''.


El Papa ha concluido explicando que no existe una Iglesia sana si los fieles, los diáconos y los presbíteros no están unidos al Obispo. ''Esta Iglesia separada del obispo es una Iglesia enferma''.


Posteriormente saludó a los fieles en francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco y árabe.


Estas fueron sus palabras en castellano:


Queridos hermanos y hermanas:


En la catequesis de hoy nos detenemos a considerar la dimensión jerárquica de la Iglesia. Mediante los ministerios, Cristo edifica la Iglesia como su cuerpo. De entre ellos destaca el ministerio episcopal, a través del cual el Señor se hace presente en su Iglesia, la guía y la cuida. En la persona y el ministerio del Obispo se expresa la maternidad de la Iglesia, que nos engendra, alimenta y conforta con los sacramentos. Como sucesores de los Apóstoles, también los obispos son enviados a anunciar el Evangelio y apacentar el rebaño de Cristo. No se trata, por tanto, de un cargo honorífico, sino de un servicio que se ha de realizar siguiendo el ejemplo de Jesús, el Buen Pastor. Por otra parte, al igual que Jesús llamó y pensó en los Apóstoles no por separado sino unidos en torno a él, como una familia, también los obispos constituyen un único colegio, reunido en torno al Papa, que es el custodio y garante de la comunión entre ellos. Así, todos los obispos repartidos por el mundo se sienten unidos a los demás, y son expresión visible del vínculo íntimo que une sus respectivas comunidades en la única Iglesia de Cristo.


Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México, Puerto Rico, Venezuela, Chile y otros países latinoamericanos. Invito a todos a agradecer al Señor el servicio de los Obispos en la Iglesia, acompañándolos con el afecto, la cercanía y la oración. Muchas gracias y que Dios los bendiga”.


La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica impartida por el Papa FRANCISCO.