Zamboanga, FILIPINAS (Agencia Fides, 30/01/2019) - "Los motivos de los recientes atentados
terroristas son variados. Es una mezcla de problemas políticos y de
incomprensión de la religión por parte de algunos grupos, en particular
por el ataque a Jolo, donde se conocían las amenazas a la Iglesia", son
las declaraciones concedidas a la Agencia Fides por Sebastiano D'Ambra,
misionero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME),
con 30 años en Zamboanga, en el sur de Filipinas, donde se registró un
nuevo ataque en la mezquita Talon-Talon, que mató a dos líderes
religiosos musulmanes e hirió al menos a cinco personas.
El misionero, fundador del movimiento islámico-cristiano "Silsilah",
señaló: "Joló, en el pasado, era un lugar pacífico y la relación entre
musulmanes y cristianos era buena, pero en tiempos más recientes ha
empeorado. No nos sorprende lo que ocurrió en Jolo, porque hace mucho
tiempo un grupo extremista se quejaba de la presencia de una iglesia
católica construida en el centro de la ciudad, compuesta por una
población de gran mayoría musulmana".
"La ciudad de Zamboanga ha estado en paz durante los últimos cinco años,
aunque a veces ha habido alertas. El ataque a la mezquita fue una
sorpresa si se tiene en cuenta que en la ciudad se están realizando
muchos esfuerzos para mejorar las relaciones entre musulmanes y
cristianos", agregó D’Ambra, actual Secretario Ejecutivo de la Comisión
para el Diálogo Interreligioso, quien, durante su visita a la mezquita
bombardeada, dijo: "¿Por qué estas muertes? ¿Por qué este ataque? ¿Quién
está detrás de esto? Aunque no sepamos cómo responder a las numerosas
preguntas, debemos seguir promoviendo el diálogo y la paz".
El Secretario aprovechó para destacar que "del 1 al 7 de febrero se
celebra en el mundo la 'Semana mundial de la armonía interreligiosa',
con el tema ‘Celebrar la verdad, la sinceridad y el perdón’, valores que
debemos seguir, para alimentar la esperanza", señaló.
La Semana, recordó, "se celebra cada año en Mindanao para decirle al
mundo que aquí, en Mindanao, muchos creen en la paz y una gran parte de
los musulmanes y cristianos están comprometidos a superar el miedo y la
etapa de prejuicio acumulado a lo largo de los años, y apoyar soluciones
de seguridad y reconciliación".
P. D'Ambra hizo también un llamado a los líderes religiosos y políticos
"para que estén unidos, superando las divisiones o intereses que dividen
a muchos de ellos, para que encuentren un camino de comprensión mutua y
lleguen a aquellos grupos que utilizan la violencia, justificándola por
motivos religiosos. Cristianos y musulmanes condenan lo ocurrido en
Jolo y Zamboanga. Invito a todos a hacer su parte y a trabajar juntos
por el bien común de la nación".