Manaos, BRASIL (Agencia Fides, 17/01/2019) - 2019 La Jornada Mundial de la Juventud reunirá a
jóvenes de todo el mundo en Panamá del 22 al 27 de enero. Entre ellos
se encuentran ocho indígenas brasileños, representantes de diferentes
pueblos y regiones: los tupinambá de Bahía, los tukanos y los barés del
Amazonas, los guaraní-kaiowa de Mato Grosso do Sul, los karipuna de
Rondonia y los guarajaras del Maranhão. En declaraciones a la Agencia
Fides, estos jóvenes explican que son los enviados de sus diferentes
pueblos y sus familias para encontrarse con el Papa Francisco, quien ha
expresado en repetidas ocasiones su cercanía con estos pueblos
solicitando que sean escuchados y reconocidos.
En los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud, durante los
llamados días en las diócesis, la delegación brasileña participará del
17 al 21 de enero en el Encuentro Mundial de Jóvenes Indígenas que se
celebrará en Soloy, diócesis de David, donde esperan a cientos de
jóvenes de pueblos indígenas del mundo. Se trata de un intento por
reflejar y celebrar su fe en Cristo de acuerdo con la riqueza milenaria
de sus culturas.
Los jóvenes brasileños estarán acompañados por Sor Laura Vicuña Pereira
Manso, del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), un organismo de la
Conferencia Nacional de Obispos de Brasil que acompaña a los pueblos
indígenas brasileños, ayudándoles a defenderse de los constantes ataques
de los que son víctimas. Los jóvenes indígenas han hablado a Fides de
estos peligros de los que son objeto, situaciones a las que se ven
sometidas estas comunidades desde hace mucho tiempo.
Antes de su viaje, se reunieron en la sede del consejo indigenista de
Manaos donde, además de conocerse, intercambiaron experiencias y
planearon cómo organizar sus actividades.
El mensaje que llevan, compartido con Agenzia Fides, es la petición de
que se respete su derecho a “vivir y ser respetados de acuerdo con la
cultura de cada pueblo de este país, porque cada pueblo tiene su propia
cultura, sus creencias, sus costumbres y sus tradiciones”, e insisten en
el hecho de que “en cada pueblo existe el deseo de vivir, de ser
libres, de disfrutar de su territorio sin miedo y sin tensión en cada
momento”.