Bangui, REPÚBLICA CENTROAFRICANA (Agencia Fides, 22/11/2019) - “La República Centroafricana vive desde hace
años en precarias condicionesm entre tensiones sociales y políticas. La
larga crisis política y militar ha llevado a la pobreza y la
desorientación en todos los sectores de la sociedad”. Así lo explica a
la Agencia Fides el p. François de Paul Hounguè, Vicario General de la
Sociedad de Misiones Africanas (SMA), comentando la delicada situación
que atraviesa el país africano. La crisis, que comenzó en 2013, no ha
terminado nisiquiera después de los últimos acuerdos de paz firmados en
Khaourtum el pasado mes de febrero: "Los grupos armados continúan
manteniendo el control de una gran parte del país, con docenas de
ataques y violencia todas las semanas”, comenta.
Entre los muchos aspectos que ha puesto de manifiesto esta larga y
profunda crisis entre la población centroafricana, está el de la
solidaridad: “Las dificultades, subraya el padre François, han
estimulado y extendido un sentimiento de hermandad entre la gente, algo
que es un agregador entre la sociedades africanas tradicionales: es una
reacción natural que nos empuja a no permanecer indiferentes hacia
aquellos que se encuentran viviendo en condiciones críticas, sino a
cuidarlos”, explica.
Es a través de este mecanismo social y espontáneo, que nos estimula a
unir recursos para satisfacer las necesidades de todos, que se realiza
el trabajo de los misioneros de la SMA: "Un valor que esta crisis ha
puesto de manifiesto es el del diálogo y la colaboración con cristianos
de otras iglesias y con los musulmanes", comenta el Vicario general.
"Con este fin, continúa, en Bangui, Bossangoa y Bebérati, pero también
en otras ciudades del país, organizamos seminarios en los que nos
reunimos, rezamos, reflexionamos y planificamos acciones que llevaremos a
cabo juntos para difundir una cultura de paz".
“El objetivo de la Iglesia centroafricana es reconstruir el tejido
humano y social de la nación, desgarrado en los últimos años por todo
tipo de violencia", dice el p. Paul Hounguè. "Es urgente elaborar un
programa de formación centrado en el testimonio evangélico: debemos
asegurarnos de que la Palabra de Jesús esté cada vez más encarnada en
nuestras vidas", dice. "A la luz del Evangelio - concluye - promovemos
la justicia y el respeto de la dignidad humana en todos los ambientes”.