Bangkok, TAILANDIA (Agencia Fides, 22/11/2019) - “Los católicos tailandeses tienen un profundo
sentido religioso, viven la fe muy intensamente, asisten a los
sacramentos asiduamente, a veces viajan más de 50 kilómetros para ir a
misa. Sin embargo, aquí en Indochina, a veces lo sagrado puede
convertirse en ritual debido a las influencias del mundo chino e indio.
La visita del Papa hoy es un llamamiento y un estímulo a los fieles para
que encarnen la Palabra de Dios en la vida, sin reducir la fe solo al
culto: ser 'discípulos misioneros' significa pasar del Evangelio a la
vida y de la vida al Evangelio.
Así lo dice a la Agencia Fides, con motivo del viaje del Papa Francisco a
Tailandia, el p. Claudio Bertuccio, de 54 años, misionero italiano de
los Oblatos de María Inmaculada, que lleva 26 años de misión en
Tailandia donde actualmente es Superior de la delegación de los Oblatos
para Tailandia y Laos.
El padre Bertuccio nos comenta la labor misionera que los Oblatos llevan
a cabo en Tailandia, en las parroquias pero también junto a las
poblaciones indígenas como los hmong: “Ayudamos a construir la comunidad
eclesial, promoviendo el sentido de pertenencia de los diferentes
grupos a la Iglesia, en una sociedad caracterizada por una cultura
individualista, vinculada a la espiritualidad budista que enfatiza la
dimensión interior de la persona. Nuestra presencia consiste en vivir
con la gente, conocer a las familias, crear relaciones humanas
solidarias”. La misión en esa tierra donde los católicos son una pequeña
minoría, en un contexto al 95% budista, explica el Padre Bertuccio
"consiste en dar testimonio evangélico con el apostolado de la caridad,
ofreciendo atención a las personas necesitadas y vulnerables, dejando
llegar a cada persona, especialmente si es pobre y sufriente, el amor de
Cristo. De esta manera, se muestra la propia fe con el anuncio
cristiano, que
pasa por las obras de misericordia ”.
El padre Bertuccio recuerda que “ir de misión significa responder a la
vocación de salir, de anunciar el Evangelio ad gentes. Pero también a la
de 'estar', para entrar realmente en la cultura y la mentalidad de un
pueblo, aprender su idioma, compartir alegrías y penas, construir
relaciones humanas auténticas y vivir las obras evangélicas de la
misericordia con sencillez. Sabiendo con claridad que somos servidores
inútiles”.
La visita del Papa a estas tierras thai, con motivo de las celebraciones
por los 350 años de institución del Vicariato del Siam, concluye
“recuerda a la nación que la Iglesia católica está presente desde más de
tras siglos y representa un impulso para el compromiso de todos los
bautizados. Los fieles thai – explica – no se sienten involucrados en la
misión de la Iglesia y a frecuentemente se limitan a asistir a las
celebraciones litúrgicas. En este marco, el viaje apostólico del Papa
deja una fuerte huella misionera, tocando el tema de la evangelización".
Con más de mil escuelas católicas, de todo tipo y nivel, y 500 mil
estudiantes, la mayoría no cristianos, "el compromiso de la Iglesia en
el ámbito de la educación y formación surgió precisamente con un
objetivo evangelizador, para entrar en contacto con el contexto
socio-cultural y poder dar a conocer a Jesucristo. Este es otro de los
aspectos que la comunidad católica thai debe volver a descubrir”,
concluye.