Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 26/11/2019) - “La Conferencia Episcopal Nacional del Congo
(CENCO) está muy preocupada por la inseguridad en el este de nuestro
país, especialmente en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur,
debido a la intensificación de la violencia y los asesinatos. La fuerte
afluencia de personas desplazadas aumenta el sufrimiento de las
poblaciones ya empobrecida y traumatizada por los secuestros, la
presencia casi permanente de grupos armados y la epidemia de ébola”,
dice el mensaje enviado a Fides el 25 de noviembre firmado por Mons.
Marcel Utembi Tapa, obispo de Kisangani y presidente de CENCO.
Las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, en la parte oriental de
la República del Congo, llevan años siendo escenario de una crisis
humanitaria alimentada por la inseguridad permanente. La población
exacerbada por la situación ha atacado a las instituciones que han
fallado en su misión de protegerla, incluida la MONUSCO, la Misión de
las Naciones Unidas en la RDC.
Según la información enviada a Fides desde la ONG local, CEPADHO, el
episodio que ha desencadenado la furia de la población fue la masacre de
al menos 8 civiles por parte de los terroristas ugandeses de las ADF en
el distrito de Masiani, en el municipio de Mulekera, ocurrido alrededor
de las 8:30 de la noche del 25 de noviembre.
“Al mismo tiempo que comparte la rabia experimentada por los jóvenes de
Beni, la CEPADHO invita a los habitantes a la moderación y al sentido de
responsabilidad para evitar caer en la trampa del enemigo. La CEPADHO
condena las violentas manifestaciones que han llevado a enfrentamientos
con la policía, la quema del municipio de Beni y otros símbolos del
Estado, los ataques contra las estructuras de la MONUSCO, la
construcción de barricadas en las calles”, se lee en una nota enviada a
Fides.
“Es inaceptable que, durante décadas, se haya violado constantemente la
dignidad de las personas y la vida humana, en un país donde las
instituciones estatales y las organizaciones internacionales deberían
proteger a toda la población", dicen los obispos congoleños, expresando
su “solidaridad fraterna y cercanía a su excelencia Monseñor Melchisedec
Sikuli Paluku, obispo de Butembo-Beni y Sébastien-Joseph Muyengo
Mulombe, obispo de Uvira, así como a todo el pueblo de Dios que vive en
estas regiones”. “Solo en noviembre fueron asesinadas 80 personas, sin
contar a los heridos y desaparecidos. Cabe destacar que estas masacres a
veces se cometen cerca de las instalaciones del ejército congoleño
(FARDC) o de las patrullas mixtas policiales/militares”, denuncia la
CENCO.
Además, la CENCO propone la elaboración de un “programa de emergencia”
para poner fin a las hostilidades, el restablecimiento de la autoridad
del Estado a través de servicios estatales como el ejército nacional y
el establecimiento de una "solidaridad nacional" capaz de proporcionar
ayuda humanitaria a las víctimas.