viernes, 12 de abril de 2013

Obispos al Primer Ministro: “Lucha contra la corrupción y mayor colaboración entre Iglesia y Estado”


Madang, PAPUA NUEVA GUINEA (Agencia Fides, 12/04/2013) – La Iglesia y el Estado están llamados a trabajar juntos por el bien común: este es el enfoque de los obispos de Papua Nueva Guinea que ayer, durante su Asamblea Plenaria que se celebra en Madang, se han reunido con el Primer Ministro Peter O'Neill. Según ha informado a la Agencia Fides el departamento de comunicación de los Obispos, el arzobispo John Ribat, Arzobispo de Port Moresby, y Presidente de la Conferencia Episcopal, ha dirigido un discurso al Primer Ministro, señalando los desafíos más urgentes: la lucha contra la corrupción, la abolición de la pena de muerte, la protección del medio ambiente, una mayor colaboración entre la Iglesia y el estado en materias como la educación y la familia.

En el mensaje de los Obispos, enviado a la Agencia Fides, se llama la atención sobre todo sobre el problema de la corrupción, que se define como “sistemática y endémica en las oficinas del gobierno”, y se elogia la creación de una “Comisión Independiente contra la Corrupción”. Los Obispos expresan su preocupación también “por los problemas de infraestructura y servicios en las zonas remotas, y por los pobres y marginados”, señalando que estas poblaciones viven “una cierta sensación de abandono”. 


La Iglesia – continúa el texto - comparte los esfuerzos por la preservación del orden público y la lucha contra todas las formas de violencia en la sociedad, pero apela “a una conducta ética de las fuerzas del orden”, y reitera el deseo de “abolición de la pena de muerte en el país”.

Ofreciendo una contribución a las cuestiones sociales, la Iglesia, dice el mensaje, es guiada “por los principios del Evangelio, el primero el de la dignidad fundamental de toda persona”.

De esto deriva el principio de “bien común” y de “desarrollo humano integral”, en otras palabras, trabajar para que “cada persona realice su potencial, un valor que compartimos con la Constitución Nacional de Papúa”. En esta perspectiva, los obispos esperan un mayor acuerdo y una “fructífera colaboración” entre la Iglesia y el Estado, en los ámbitos en que es posible: por ejemplo son útiles “las consultas sobre cuestiones importantes que afectan a las políticas educativas” o la familia. También se pide que “se puedan llevar a cabo los servicios de educación y salud en libertad sin tener que soportar, por ejemplo, un enfoque de la cuestión del SIDA en conflicto con los valores cristianos”.

El texto cita, por último, los problemas “del impacto ambiental y social de la deforestación extensiva”, el vía libre a proyectos mineros o zonas económicas especiales, tales como la Zona Industrial del Pacífico que han tenido efectos negativos en el medio ambiente marino. La Iglesia pide que el criterio de este tipo de proyectos sea “el desarrollo sostenible”.