viernes, 12 de abril de 2013

Papa FRANCISCO a la Comisión Bíblica: “El centro de nuestra fe no es solo un libro, sino una historia de salvación”


  










Foto: http://www.news.va/es


CIUDAD DEL VATICANO, 12 Abril 2013 (VIS).- Los Miembros de la Pontificia Comisión Bíblica, - que preside el Arzobispo Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe - han sido recibidos esta mañana por el Santo Padre FRANCISCO, al final de su Asamblea Plenaria Anual cuyo tema ha sido “Inspiración y verdad en la Biblia”.

En el discurso que les ha dirigido, el Papa ha subrayado que ese argumento “atañe no solamente al creyente sino a toda la Iglesia porque la vida y la misión de la Iglesia se fundan sobre la Palabra de Dios, que es el alma de la teología y, a la vez, la inspiradora de la existencia cristiana”.

Las Sagradas Escrituras - ha reafirmado- son el testimonio escrito de la Palabra divina, el memorial canónico que atestigua el acontecimiento de la Revelación. Por lo tanto, la Palabra de Dios precede a la Biblia y la sobrepasa. Por eso el centro de nuestra fe no es solamente un libro, sino una historia de salvación y sobre todo una persona, Jesucristo, la Palabra de Dios que se hizo carne. Precisamente porque el horizonte de la Palabra divina abraza las Escrituras y se extiende más allá de ellas, es necesaria la presencia constante del Espíritu Santo que “guía a toda la verdad”. Es necesario situarse en la corriente de la gran Tradición que, con la ayuda del Espíritu Santo y la guía del Magisterio, ha reconocido los escritos canónicos como Palabra dirigida por Dios a su pueblo y no ha cesado nunca de meditarlos y descubrir su riqueza inagotable”.

El Pontífice ha recordado que el Concilio Vaticano II lo ha reafirmado con claridad en la constitución dogmática “Dei Verbum”: “Porque todo lo que se refiere a la interpretación de la Sagrada Escritura, está sometido en última instancia a la Iglesia, que tiene el mandato y el ministerio divino de conservar y de interpretar la palabra de Dios”. “De hecho -ha explicado- la Sagrada Escritura es Palabra de Dios en cuanto se le ha dado forma escrita bajo la inspiración del Espíritu Santo; en cambio la sagrada Tradición transmite integralmente la Palabra de Dios, confiada por Cristo Señor y por el Espíritu Santo a los apóstoles, a sus sucesores, para que éstos, iluminados por el Espíritu de verdad, con su predicación la conserven con fidelidad, la expliquen y la difundan”.

La interpretación de las Sagradas Escrituras no puede ser solamente una labor científica individual, sino que siempre debe ser confrontada, insertada y autenticada con la tradición viva de la Iglesia. Esta norma es decisiva para precisar la relación correcta y recíproca entre la exegesis y el Magisterio de la Iglesia. Los textos inspirados por Dios han sido confiados a la Comunidad de los creyentes, a la Iglesia de Cristo para alimentar la fe y guiar a la vida de caridad”.

El Obispo de Roma se ha despedido de los Miembros de la Comisión Bíblica agradeciéndoles su trabajo y manifestando el deseo de que en este Año de la fe, “contribuya a que resplandezca la luz de la Sagrada Escritura en el corazón de los fieles”.