lunes, 25 de noviembre de 2013

Papa FRANCISCO a Agentes Sanitarios: “La Iglesia debe dar ejemplo a la sociedad de la importancia de los ancianos”


Papa Francisco. Foto: ACI Prensa


Foto: ACI Prensa

CIUDAD DEL VATICANO, 23 Noviembre 2013 (VIS).- “Las personas ancianas han sido siempre protagonistas de la vida de la Iglesia que debe dar ejemplo a toda la sociedad de que son siempre importantes, todavía más “indispensables”, ha dicho el Papa FRANCISCO recibiendo esta mañana a los participantes en la XXVIII Conferencia internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (Pastoral de la Salud), que se ha desarrollado del 21 al 23 de Noviembre en el Aula Nueva del Sínodo y cuyo tema ha sido “La Iglesia al servicio de la persona anciana enferma: el cuidado de las personas afectadas por patologías neurodegenerativas”.


Los ancianos llevan consigo “la memoria y la sabiduría de la vida para transmitirlas a los demás y participan con pleno derecho en la misión de la Iglesia. Recordemos que la vida humana conserva siempre su valor, a los ojos de Dios, más allá de cualquier visión discriminatoria”, ha subrayado el Santo Padre. Después ha recordado que la prolongación de las expectativas de vida que ha tenido lugar en el siglo XX conlleva también un aumento de las patologías degenerativas que suelen ir acompañadas del deterioro de la capacidad cognitiva. Esas patologías atañen al mundo sanitario, tanto en el ámbito de la investigación, como en el de la cura y también a la familia que necesita ayuda y servicios adecuados para cuidar a los ancianos.


FRANCISCO ha reiterado la importancia de una asistencia que, “junto al tradicional modelo biomédico, se enriquezca con espacios de dignidad y libertad alejados del cierre y del silencio que, con demasiada frecuencia, circundan a las personas en el ámbito asistencial” y, con esta perspectiva, ha hablado de la importancia del aspecto religioso y espiritual, insistiendo en la necesidad de “poner en práctica un enfoque pastoral particular para acompañar la vida religiosa de las personas ancianas con graves patologías degenerativas, con formas y contenidos diversificados, para que de todas formas su mente y su corazón no interrumpan el diálogo ni la relación con Dios”.


Queridos amigos - ha concluido dirigiéndose a los ancianos- no sois sólo destinatarios del anuncio del mensaje evangélico; sois siempre, con pleno derecho y gracias a vuestro bautismo, también sus anunciadores”.