miércoles, 25 de junio de 2014

Casi terminada la restauración de la iglesia rupestre de San Pedro en Antioquia


Antakya, TURQUÍA (Agencia Fides, 24/6/2014) – La iglesia rupestre de San Pedro en Antioquía sigue cerrada y los trabajos de restauración aún no se ha completado. Pero la autoridad de la prefectura ha concedido el permiso, sin embargo, a los cristianos de Antioquía, Iskenderun, Mersin y Adana de viajar a la iglesia rupestre el 29 de junio para celebrar con un momento de oración, la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Confirma a la Agencia Fides el P. franciscano capuchino Domenico Bertogli, párroco de la Iglesia católica local de rito latino, editor del periódico titulado “Crónica de Antioquía”. “Todavía hay mucho trabajo por hacer” refiere al Padre Bertogli “la apertura oficial ha sido programada para el 25 de julio. Al mismo tiempo, probablemente, también se abrirá el nuevo Museo Arqueológico, construido no lejos de la iglesia de San Pedro, que con sus espacios permite una adecuada valoración de los mosaicos y otros tesoros arqueológicos de la ciudad”.


La restauración de la iglesia rupestre, financiada por instituciones públicas de Turquía, se inició en septiembre de 2012 y se supone que debía durar alrededor de un año. La parte más difícil de la obra de restauración ha sido la puesta en seguridad de la iglesia y toda la zona. El Monte Silpio, a cuyo lado se abre lo que también se conoce como la Cueva de San Pedro, es una montaña que se derrumba y quebradiza. El retraso se debe en parte a los cambios del proyecto que se produjeron durante la fase de pavimentación delante de la iglesia. Los mosaicos de su interior, debidamente restaurados, han sido cubiertos con cristal y se ha acentuado la iluminación del pavimento.


Desde 1967, por deseo del Papa Pablo VI, se puede ganar una indulgencia plenaria visitando en peregrinación la Santa Cueva, el único registro histórico de la antigua Antioquía cristiana que queda, la “Reina de Oriente que competía con Roma”, Alejandría, Jerusalén y Constantinopla en el momento de la pentarquía. La iglesia rupestre todavía conserva el carácter que le dieron los cruzados, que conquistaron Antioquía en 1098. Pero los bizantinos ya había convertido en capilla el lugar donde se encontraron los primeros cristianos en tiempos de persecución, en la ciudad donde por primera vez, los discípulos de Jesús fueron llamados cristianos y donde San Pedro fue obispo antes de venir a Roma.
 


La restauración pone fin al estado de abandono que aquejan la Cueva de Pedro, aún más desalentadora tras las rudimentarias restauraciones anteriores. En años anteriores, los patriarcas y obispos siempre han estado presentes en las celebraciones que tuvieron lugar con motivo de la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo.