El Paso, ESTADOS UNIDOS (Agencia Fides, 24/6/2014) – Según los datos publicados por el portavoz del Ministerio de Seguridad Pública de Texas, de la Policía de Fronteras y de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, han sido detenidas al menos 160 mil personas no autorizadas, en el valle del Río Grande (Texas). Esta cifra ha superado el número de 154.483 inmigrantes del año anterior, de acuerdo con las autoridades del gobierno de Texas. “Más de la mitad de estas personas proceden de países diferentes de México y 37.000 niños están solos o sin acompañantes”, dice el portavoz del gobernador de Texas, Rick Perry. En la actualidad, las autoridades de Texas están gastando $ 1,3 millones cada semana durante las operaciones de lucha contra la delincuencia, en particular contra los cárteles de la droga que operan en la frontera.
En nombre de la Conferencia
Estadounidense de Obispos Católicos, el obispo de El Paso (Texas),
Su Exc. Mons. Mark Joseph Seitz, llevará el testimonio de la Iglesia
Católica sobre los niños y jóvenes inmigrantes no acompañados,
ante la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes en
Washington. Mons. Seitz ha anunciado que durante el espacio que le
concederán mañana, miércoles 25 de junio, proyectará las imágenes
y los relatos sobre la odisea de estos mejores, quienes huyen de la
violencia de sus países de origen.
Según la nota enviada a la Agencia
Fides, el obispo espera que de este modo los parlamentarios “consigan
darse cuenta de que se trata de rostros humanos, en vez de pensar en
cómo hacer quedar mal al partido contrario”. En el mes de
noviembre Mons. Seitz viajó a Guatemala, Salvador y Honduras, además
visitó el albergue para menores migrantes en Tapachula, (Chiapas,
México) donde dialogó con los refugiados sobre la situación de sus
naciones de origen.
“En México charlé con dos jóvenes
de San Pedro Sula, Honduras, - recuerda Mons. Seitz - quienes dijeron
haber huido de su propio hogar al ser amenazados con la muerte si no
se unían a la pandilla de su barrio. Estos menores, de hasta 5 años,
no abandonan sus comunidades; prácticamente huyen de una guerra en
sus naciones, una guerra que están perdiendo sus gobiernos,
incapaces de proteger a su propio pueblo”.
El obispo de El Paso ha subrayado la
situación de cientos de de menores inmigrantes quienes han cruzado
la frontera sur rumbo a Estados Unidos, y quienes han sido traslado a
lugares tales como su diócesis de El Paso, en espera de que las
autoridades migratorias resuelvan sus casos. “Como Iglesia,
nosotros no vemos a estos menores como números o simples
estadísticas - concluye Mons. Seitz -. Son personas cada una con un
rostro y una vida”.