viernes, 14 de noviembre de 2014

Blasfemia en Pakistán, los datos sobre las víctimas: ¿Quién les paga por tanto sufrimiento?


Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 14/11/2014) – La ley sobre la blasfemia sigue cobrándose víctimas en Pakistán y las minorías religiosas son las más vulnerables. Según los datos recogidos por la red de organizaciones no gubernamentales en Pakistán “Awaz-e-Haq Itehad” (IAH), y recibidos en la Agencia Fides, 1.438 personas han sido acusadas de blasfemia entre 1987 y octubre de 2014. Las minorías religiosas - que se componen en general por menos del 4% de la población de Pakistán - constituyen el 50% de los acusados de blasfemia (501 ahmadis, 182 cristianos, 26 hindúes - 10 víctimas sin credo establecido). Desde 1990, 60 personas han perdido la vida fuera de los tribunales en relación con los cargos de blasfemia: 32 de ellos eran de las minorías religiosas y 28 musulmanes. Entre las 60 víctimas, 20 murieron a manos de la policía o durante su detención, 19 murieron en ataques de la multitud.


La provincia de Punjab es el lugar donde los abusos son más frecuentes: aquí se han dado 1.086 episodios relacionados con la blasfemia, el 76% del total, mientras que el 21% se produjo en Sindh. Entre los incidentes de violencia relacionados con esto 1.097 casas fueron saqueadas y dañadas en los distritos de Khanewal, Sangla Hill, Kasur, Lahore y Gojra. Diecisiete iglesias en Khanewal y Korian junto con 10 escuelas y colegios incendiados en diferentes ataques vinculados a acusaciones de blasfemia entre 1997 y 2013.


Al comentar las cifras, el activista católico Peter Jacob, ex secretario de la Comisión de la Conferencia Episcopal de Justicia y Paz, afirma en un comunicado enviado a la Agencia Fides: “Los episodios de presunta blasfemia también han tenido un impacto en la vulnerabilidad de los abogados y los jueces, así como sobre los acusados y sus familias”. “Cada episodio de supuesta blasfemia - explica - forma una cadena de injusticias en la que cada paso conduce a más violencia e injusticia legalizada. Las medidas administrativas y el sistema judicial necesario no han logrado detener estas violaciones sistemáticas de los derechos humanos”.


“Los gobiernos - señala Jacob - han establecido en la mayoría de los casos, una respuesta de emergencia, tal vez con la compensación o la reconstrucción de las casas quemadas. Pero debería considerarse también a las víctimas inocentes - que según algunos abogados musulmanes llegan hasta el 80% del total - la detención prolongada, los honorarios legales, la pérdida de medios de subsistencia, el desplazamiento de miles de familias temporal y permanente, así como el peso emocional que tienen que soportar. ¿Quién paga todo esto? ¿Quién y cómo puede pagar todo este sufrimiento?”. También hay un clima general de impunidad: demasiadas investigaciones, como la de Gojra, terminan en nada.
En muchos otros países del mundo, el delito de blasfemia existe, pero con penas menores, considerado a veces sólo “una infracción administrativa”, punible con sanciones.