Bogor, INDONESIA (Agencia Fides) - A pesar de las dificultades, se está realizando
un inmenso esfuerzo humanitario por parte de la comunidad católica en
Indonesia para ayudar a los supervivientes del tsunami el 22 de
diciembre. La ola causada por la erupción de un volcán submarino, golpeó
las costas de las islas indonesias de Java y Sumatra, en el estrecho de
Sunda, causando la muerte de al menos 437 personas, 14.000 heridos y
más de 33.000 desplazados en los pueblos costeros.
Según se informó a la Agencia Fides, en el distrito de Pandanglang, en
la provincia de Banten, las Hermanas Franciscanas Sukabumi (SFS) que
dirigían el hospital católico en Misi Lebak organizaron una misión
humanitaria en la zona afectada.
Las actividades de primeros auxilios están en marcha en los tres centros
de crisis establecidos por el Hospital Misi Lebak en colaboración con
la Asociación Católica de Servicios de Salud “Perdhaki”, mientras que
algunos grupos católicos están trabajando en el lugar, como la agencia
humanitaria de la Arquidiócesis de Yakarta, voluntarios de la Iglesia de
María Inmaculada en Rangkasbitung y la parroquia de Cristo Rey Serang,
ambos en la provincia de Banten.
Monseñor Paskalis Bruno Syukur OFM, obispo de Bogor donde se encuentra
el distrito de Pandeglang, el más afectado, apoyó esta iniciativa
humanitaria del Hospital Misi Lebak y sus socios con sede en Yakarta,
que garantizan el apoyo logístico. “Nos ocupamos de tres tipos de
servicios para la población en el distrito de Pandenglang: asistencia
médica para los heridos, servicio de comedor y recuperación de traumas”,
dijo a Fides la Hermana Atanasia SFS, Directora Adjunta del Hospital
Misi Lebak. “Nuestra principal preocupación es llegar a las zonas donde
aún falta la ayuda humanitaria”, explica la religiosa.
“Me sumo al Papa Francisco en el llamamiento urgente para que estos
hermanos y hermanas no carezcan de nuestra solidaridad y el apoyo de la
comunidad internacional”, escribió en el mensaje enviado a Fides, el
cardenal birmano Charles Maung Bo, el nuevo presidente de la Federación
de Conferencias Episcopales de Asia (FABC). “Invito a todos a unirse en
oración por las víctimas y sus seres queridos y expresar la cercanía
espiritual con los afectados por la tragedia, implorando el consuelo de
Dios en su sufrimiento”, escribe el cardenal, instando a “aliviar de
manera tangible el sufrimiento de nuestros hermanos. y las hermanas
indonesios”.
El tsunami que golpeó Pandeglang y algunas áreas en el sur de Sumatra ha
destruido vidas humanas, barcos de pesca y establecimientos turísticos
en los Anyer y Carita. El número de muertos, publicado a principios de
2019, se estima en 437 muertes, 14.059 heridos, 16 desaparecidos y
33.721 desplazados. Según la National Mitigation and Disaster Management
Agency (BNPB), el número de muertos “va en aumento”.