Dipolog, FILIPINAS (Agencia Fides, 31/10/2019) - ¿Cuáles son los nuevos caminos y medios para
la nueva evangelización en Filipinas? Es la cuestión central de la
conferencia organizada al final del Mes Misionero Extraordinario en la
diócesis de Dipolog, en la isla filipina de Mindanao, centrada en el
tema ‘La Iglesia en camino: de Iglesia del mantenimiento a Iglesia de la
misión’.
Monseñor Severo Cagátan Caérmare, obispo de Dipolog en la provincia de
Zamboanga del Norte, en el sur de Filipinas, invitó al clero, a los
religiosos, a los líderes eclesiales, a los jóvenes y a los laicos a
"pertenecer, creer y ser misioneros". "El Mes Misionero Extraordinario
fue la oportunidad de vivir una fe más profunda forjada en la oración,
la paciencia y la perseverancia, con un corazón humilde, arrepentido y
agradecido, orientado al bien común y a la misión de la Iglesia. En
nuestra diócesis de Dipolog, y en todo el país, todos estamos llamados a
ponernos en misión: participar en la nueva evangelización, pasando de
una Iglesia que preserva lo existente a una Iglesia misionera", afirmó
monseñor Caérmare.
"A menudo los jóvenes que pertenecen a la Iglesia siguen siendo
receptores pasivos y no participan activamente en la evangelización. Al
permitirles participar activa y significativamente, estamos
permitiéndoles llegar a ser mejores cristianos", escribió el cardenal
Tagle en un mensaje reciente.
La conferencia se centró en la nueva evangelización: "la misión de todo
cristiano: hacer el propio trabajo por amor a Dios y al prójimo,
sacrificarse por el bien de los demás, vivir la comunión con Dios como
fuente de testimonio de fe".
"Esta comunión viene de la Eucaristía. Esta comunión conduce a la
Eucaristía. Esta es la manera de vivir la Eucaristía", aseguró a Fides
Christine Yorong Aballe, una de los jóvenes delegados que participaron
en el evento, quien reflexionó "sobre el corazón de cada comunidad
cristiana y su naturaleza inclusiva (pertenecer), fundada en un sólido
alimento de la fe (creer), para que los miembros se nutran de la gracia
de Dios y se conviertan en testigos (llegar a ser)". Aballe agregó:
"Donde no hay misión, no hay Iglesia; donde no hay Iglesia ni misión, no
hay fe. La misión es la propagación del fuego que Cristo arrojó sobre
la tierra. El Señor, a través de la Iglesia, invita a todos los
bautizados a participar en la misión, a utilizar sus talentos y
creatividad para difundir el Evangelio".
"La nueva evangelización en el Mes Misionero extraordinario de octubre
de 2019 fue el marco pastoral diocesano: estar con Cristo para
entregarlo al mundo", explicó Chrisma Bangaoil, una de las
organizadoras.