Bogotá, COLOMBIA (Agencia Fides, 21/11/2019) – Cercanía a los pueblos latinoamericanos que
están atravesando una grave inestabilidad, solidaridad con las Iglesias
de las diferentes naciones que dan testimonio de su fe, rechazo de todas
las formas de violencia y división social, necesidad de un
discernimiento evangélico de los acontecimientos y diálogo entre
hermanos: estos son los sentimientos expresados en un mensaje de la
Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) dirigido “al
pueblo de Dios y a las Conferencias Episcopales de América Latina y el
Caribe”, con el título “Caminar juntos por la paz de nuestros pueblos”.
La Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano, que se ha reunido
en Bogotá del 19 al 21 de noviembre para dialogar sobre la renovación y
restruccturación del CELAM, en su mensaje final recibido en la Agencia
Fides señala su cercanía y unión con “todos los países que en estos
momentos atraviesan situaciones de grave inestabilidad social y
política”.
“En los últimos meses y semanas – continúa el texto -, en países
hermanos como Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Haití, Nicaragua y
Venezuela, vienen aconteciendo grandes movilizaciones ciudadanas,
protestando por desigualdades e injusticias que son fruto del pecado que
se ha institucionalizado, dando la espalda a los más pobres y
marginados. Estas movilizaciones en muchas ocasiones han sido duramente
reprimidas”.
“El discernimiento evangélico sobre estas realidades, que son verdaderos
signos de los tiempos, es urgente y necesario” señala el mensaje,
reiterando que “Jesucristo es el único que puede redimir realmente a las
personas y a las sociedades” y por tanto sostienen “todas las
iniciativas de diálogo para la paz que permitan reconstruir el dañado
tejido social”. “Sólo con la amistad cívica y el compromiso solidario,
en especial, con los más pobres y excluidos – reiteran -, podemos
enfrentar esta crisis para avanzar hacia un futuro compartido más
esperanzador. No debemos desmayar en la promoción del diálogo para la
convivencia, la paz social y el bien común”.
Citando a San Pablo, la Presidencia del CELAM exhorta a “vencer el mal
con el bien” y, como Iglesia y como pueblo de Dios, a trabajar por la
reconciliación y la paz. Luego invita a las autoridades a asumir sus
responsabilidades, garantizando el buen funcionamiento de sus
respectivos países y de sus instituciones; asimismo, todos los
ciudadanos debemos participar con responsabilidad por el bien común de
la nación, y así derrotar la inseguridad, la corrupción, la impunidad,
la violencia y todas las semillas de muerte. La violencia no se combate
con la violencia. Destruir nuestros países no es la verdadera solución.
Es hora de actuar como hermanos y no como enemigos”.
En la conclusión la Presidencia del CELAM subraya que “todos los pueblos
somos responsables los unos de los otros”, por esto pide “a las grandes
naciones del mundo que respeten el caminar de cada país, por pequeño
que sea, deponiendo los propios intereses, y optando más bien por la
ayuda solidaria”. El mesaje termina invocando la intercesión de Santa
Maria de Guadalupe por América Latina, en estos momentos de tensión,
para que permita “hacer de cada rincón de nuestra región un lugar donde
se pueda amar a Dios, vivir con dignidad y disfrutar del don de la
libertad a través del cual la justicia y la paz verdaderas sean
posibles”.