Texto del saludo que el Papa ha dirigido a los presentes en la Audiencia:
DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS MUCHACHOS DE LA ACCIÓN CATÓLICA ITALIANA
A LOS MUCHACHOS DE LA ACCIÓN CATÓLICA ITALIANA
Sala del Consistorio
Lunes, 16 de diciembre de 2019
Lunes, 16 de diciembre de 2019
Queridos chicos y chicas:
Siempre es un placer recibiros con motivo de la Santa Navidad. Os
saludo con afecto y os pido que transmitáis mi saludo y mi felicitación
navideña a todos los chicos y chicas de Acción Católica que
representáis. Saludo a Monseñor Gualtiero Sigismondi, al Prof. Matteo
Truffelli, a vuestro Asistente central, al Responsable nacional y a
todos los demás educadores que os acompañan.
Os doy las gracias por vuestra visita, por vuestros buenos deseos y,
sobre todo, por vuestras oraciones. Y os los devuelvo con la esperanza
de que el Salvador haga plena la alegría que veo hoy en vuestros
rostros.
He apreciado la propuesta asociativa que estáis llevando a cabo en
este año que es el 50 aniversario de la fundación de la ACR. Vuestro
programa de formación traza un camino que os ayuda a tomar conciencia de
vuestra vocación de discípulos-misioneros. Y me alegro de que hayáis
vivido un gran encuentro llamado “Chicos y chicas en sínodo”. Será
interesante conocer los resultados de este encuentro, vuestras
observaciones y vuestras propuestas. Me gustaría.
Os dejo una tarea para hacer en casa: el día de Navidad recogeos en
oración y, con el mismo asombro que los pastores, mirad al Niño Jesús,
que vino al mundo para traer el amor de Dios, que hace nuevas todas las
cosas. Con su nacimiento, Jesús se hizo puente entre Dios y los hombres,
reconcilió la tierra y el cielo, recompuso a todo el género humano en
unidad. Y hoy os pide también a vosotros que seáis pequeños “puentes”
allí donde viváis: ya os dais cuenta de que siempre hay necesidad de
construir puentes, ¿no? ¿Qué es mejor? ¿Construir puentes o muros? [Los
chicos y chicas contestan “¡Puentes!”]. Y hoy también Él os pide que
seáis pequeños puentes, allá donde viváis. Ya os dais cuenta de que esto
es siempre necesario. A veces no es fácil, pero si estamos unidos a
Jesús podemos hacerlo.
Pido a María, la Madre de Jesús y Madre nuestra, que acompañe vuestro
camino. Por favor: aprended de ella lo que significa: “Navidad”. Ella y
San José pueden enseñarnos verdaderamente cómo se acoge a Jesús, cómo
se le adora y cómo se le sigue día a día. Os bendigo a todos vosotros y a
todos los chicos y chicas de la ACR. Y vosotros, por favor, no os
olvidéis de rezar por mí. ¡Gracias!




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