San José, COSTA RICA (Agencia Fides, 18/12/2019) – “Como pastores de la Iglesia y ciudadanos de
Costa Rica, apegados a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia,
lamentamos profundamente y reiteramos nuestro rechazo y nuestra
indignación ante la firma del presidente de la República, Carlos
Alvarado Quesada, del decreto ‘Comunicado Firma Norma Técnica para el
Procedimiento Médico vinculado con el artículo 121 de Codigo Penal', el
pasado 12 de diciembre, día en que celebramos a Nuestra Señora de
Guadalupe”. Así comienza el texto de la Conferencia Episcopal de Costa
Rica, enviado a la Agencia Fides, que había sido anunciado en el
comunicado de prensa anterior y publicado el 17
de diciembre, sobre la firma de la "Norma Técnica" que hace posible la
interrupción del embarazo cuando “la vida de la madre se encuentre en un
peligro inminente”.
Los obispos lamentan que la redacción de esta Norma no ha tenido en
cuenta la opinión de expertos en derecho y medicina, y menos aún la
opinión de un alto porcentaje del pueblo costarricense. Con la firma de
este decreto, por lo tanto, "el Estado no cumple con su deber de
garantizar el derecho a la vida de todo ser humano desde su concepción,
como lo reconoce nuestra Carta Magna y nuestro ordenamiento jurídico”.
En el comunicado, los obispos presentan 8 puntos de reflexión.
Subrayando en primer lugar que el artículo 121 del Código Penal de 1970
“estableció una norma con el fin de preservar la vida de la madre en
caso urgentisimo o especialísimo donde se encuentre en un peligro
inminente”. La Norma tecnica se basa en el concepto de “peligro para la
vida o la salud de la madre”, sin definir el término “salud” que queda
sujeto a la libre interpretación, abriendo así un portillo a la práctica
del aborto libre. La Norma además también habla de no nacido como “un
producto”, no habla de aborto ni fija un periodo gestacional en el q8ue
se pueda practicar el procedimiento.
Los obispos añaden que esta norma abre las puertas a la posibilidad del
“aborto eugenésico” contradiciendo la dignidad de la vida humana, y
continúan: “Como Pastores, en unión con nuestros fieles, manifestamos
nuestro contundente apoyo a todos los médicos, enfermeros y enfermeras, y
demás servidores del sector salud costarricense que luchan siempre por
salvar las ‘dos vidas’…Es inadmisible que médicos o enfermeros se vean
en la obligación de prestar colaboración inmediata a los abortos y
tengan que elegir entre la ley crsitiana y su situación profesional”.
En el último punto los obispos consideran “urgente y necesario que se
someta la Norma Técnica a la aprobación legislativa, dándole el trámite
de una Ley de la República, por tratarse de la regulación de la vida
humana que constituye el derecho básico de todas las libertades
públicas”.
Por último dirigiendose al pueblo de Dios, recordadno que un cristiano
no pueden apoyar “leyes inmorales en sí mismas”, como del aborto o la
eutanasia, invitan “a alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo
por sí mismos, a salir en defensa de los desvalidos que están en el
vientre de sus madres, para preservar la Cultura de la Vida, que siempre
nos ha distinguido como un país pacífico y solidario, especialmente con
los más necesitados de nuestra sociedad”.