Miami, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 10/12/2019) – Mons. Silvio José Báez, obispo auxiliar de
Managua, que actualmente reside en el Vaticano, fue invitado por la
parroquia de Santa Águeda en Miami (EE.UU.) Para celebrar la fiesta de
la Inmaculada Concepción de María, el 8 de diciembre. Ha sido bien
recibido por cientos de nicaragüenses que viven allí y mantienen sus
costumbres religiosas sin cambios. La fiesta de la "Purissima", como se
llama la Inmaculada Concepción en Nicaragua, de hecho se siente mucho y
se celebra con devoción y gran celebración en todo el país. Por esta
razón, la comunidad nicaragüense que vive en Miami contó con la
presencia del obispo auxiliar de Managua, para vivir con él este evento
de fe que une a los nicaragüenses en cualquier parte del mundo, como
informa la nota enviada a Fides.
En la celebración, se oró de una manera especial por este país que
sufre, y Mons. Báez le pidió al presidente Ortega y al vicepresidente,
su esposa Rosario Murillo, que bajaran el tono del lenguaje agresivo que
usan y que recuerden que "nadie es eterno". "Si se preguntan qué legado
quieren dejar atrás, porque todos pasamos y todo termina. Es importante
encontrar un significado para la vida, para poder decir al final: valió
la pena vivir y la gente me recuerda no con odio o resentimiento, sino
con gratitud" - dijo Mons. Báez - "Creo que es hora de pensar de esta
manera. Nadie es eterno, incluso el poder termina. Ningún poder es
eterno, como dice el Salmo: 'solo el Señor siempre ha existido y vive
para siempre'. "
La parroquia de Sant'Agata en Miami está ubicada muy cerca de un barrio
llamado "pequeña Managua" por la gran cantidad de nicaragüenses que
viven y frecuentan la parroquia. Después de la misa, Mons. Báez se
reunió con la comunidad centroamericana y comentó que "lo que le sucede a
la Iglesia en Nicaragua es lo mismo que le sucede a la Iglesia Católica
en la historia de la humanidad".
"Lo importante es que nosotros los cristianos no experimentamos estos
momentos como víctimas, ni con venganza, odio o resentimiento - subrayó
el obispo -. Lo vivimos como una oportunidad para dar testimonio de
Jesucristo. Lo vivimos como un momento que nos fortalece en la fe y nos
ayuda a crecer en la confianza en el Señor para no disminuir nuestro
ministerio de verdad, de paz y justicia ".
Luego, el obispo Báez recordó a los presentes que a estas alturas nadie
da credibilidad a lo que dijo Ortega sobre los obispos, el 19 de julio
de 2018: "la Iglesia es golpista y los terroristas se esconden en las
iglesias". "En los siete meses que estoy en Europa, he visto que nadie
ha creído en esa historia de la Iglesia que quiere el golpe de estado,
de los sacerdotes terroristas, de las iglesias que dieron refugio a los
que estaban matando a la gente", dijo Báez, quien concluyó: "A esa
narrativa inventada por el gobierno, nadie creyó fuera de Nicaragua".