CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 10 de diciembre de 2019).- Esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido
lugar la conferencia de presentación del simposio internacional
"Religión y ética médica: Cuidados paliativos y salud mental durante el
envejecimiento" (Religion and Medical Ethics: Palliative Care and the Mental Health of the Elderly) organizado por la Academia Pontificia para la Vida y la World Innovation Summit for Health WISH, (Cumbre Mundial de Innovación para la Salud), una iniciativa de la Fundación Qatar, que se celebrará en Roma, en el Augustinianum, los días 11 y 12 de diciembre de 2019.
Han participado en la conferencia S.E. Mons. Vincenzo Paglia,
Presidente de la Academia Pontificia para la Vida, Sultana Afdhal,
Directora General - WISH, Qatar y Kamran Abbasi, Editor Ejecutivo de
BMJ (British Medical Journal).
Publicamos las intervenciones de cada uno de ellos:
Intervención de S.E. Mons. Vincenzo Paglia
Los dos temas elegidos para este Congreso son los cuidados paliativos
y la salud mental en el envejecimiento. Se trata de dos ámbitos
importantes para el futuro de nuestras sociedades y no sólo para la
asistencia sanitaria, porque los enfermos y los ancianos son
considerados como personas que no tienen nada más que ofrecer. No son
productivos, no sirven, son una carga para nuestras sociedades que hacen
de la eficiencia un mito absoluto. Una actitud denunciada por el Papa
Francisco que utiliza, como sabéis, la eficaz expresión "cultura del
descarte".
La Academia Pontificia para la Vida está comprometida en la promoción
de una cultura de los cuidados paliativos a nivel de la Iglesia
Católica en todo el mundo. Ya hemos celebrado varias conferencias sobre
este tema en Italia y Europa; en los Estados Unidos con la firma de una
Declaración Conjunta con la Iglesia Metodista; en Brasil, Líbano y
Qatar, donde en enero de 2018 firmé una Declaración Conjunta con la Sra.
Sultana Afdhal. No hay que olvidar el Position Paper sobre los temas
del final de la vida y los cuidados paliativos, firmado en el Vaticano
el 28 de octubre con representantes de las tres religiones abrahámicas.
(Los textos de estos documentos están en nuestra página web, donde hay
una página bien documentada dedicada al compromiso de la Academia en
Cuidados Paliativos www.academyforlife.va).
Hemos publicado un Libro Blanco sobre la Promoción y Difusión de los
Cuidados Paliativos en el Mundo, preparado por un grupo internacional de
expertos. El texto está disponible en inglés, alemán e italiano
-también en nuestro sitio web- y lo están recibiendo las universidades y
hospitales católicos de todo el mundo con el fin de aumentar no sólo el
conocimiento, sino sobre todo la práctica de los cuidados paliativos.
Nos une la voluntad de promover una "cultura paliativa", tanto para
responder a la tentación de la eutanasia y del suicidio asistido, como,
sobre todo, para desarrollar una cultura del cuidado que nos permita ofrecer una compañía de amor hasta el pasaje de la muerte.
El simposio que comenzamos mañana -como decía- combina dos cuestiones
importantes para el futuro de las políticas sanitarias en muchos países
del mundo y no sólo en Occidente. Por un lado, asistimos a un
envejecimiento creciente de la población; por otro, a la difusión de una
cultura de la eutanasia, porque los enfermos terminales y las personas
de edad avanzada se consideran descartables en un mundo centrado en el
beneficio y la economía, y las políticas sanitarias a menudo dan paso a
una mentalidad contable. En cambio, sabemos bien cuánto los cuidados
paliativos sean los protagonistas de la recuperación de un
acompañamiento integral del paciente en el contexto de la medicina
contemporánea. Y sabemos que podemos cuidar, incluso cuando ya no
podemos curar, equilibrando la atención a la persona con los
presupuestos económicos. Los expertos nos lo dicen y será discutido
durante los trabajos de esta conferencia.
Pero también me gustaría destacar otro aspecto, que se refiere a un
ámbito fronterizo muy importante. Si, de hecho, los hombres y mujeres de
nuestro tiempo, en un momento de fragilidad, necesitan estar plenamente
acompañados, esto es aún más cierto cuando se trata de menores. Una
parte específica de nuestro trabajo está dedicada a un ámbito muy
delicado y doloroso: los cuidados paliativos pediátricos. Cuando el
sufrimiento afecta a los menores, a los niños, nos afecta todavía más.
Estos son, pues, los campos en los que las religiones identifican
una perspectiva común: un acompañamiento que considera la dimensión
física, emocional y espiritual de cada persona. Una lectura de la
existencia humana y de la realidad que valore la experiencia religiosa
nos permite ver y afirmar un bien que va más allá de la mera medida del
cálculo. El reconocimiento de la apertura constitutiva a la
trascendencia de la persona nos lleva a afirmar que en la vida humana,
aun cuando sea frágil y aparentemente derrotada por la enfermedad, hay
un valor intangible. A partir del encuentro con el Creador, es posible
identificar en la finitud un aspecto de la condición humana que, si bien
suscita rebelión y transgresión en el hombre, puede abrirse a otra
lectura: el límite puede ser redescubierto como lugar de relación y de
comunión. Y esto se aplica no sólo al otro ser humano, sino también a la
naturaleza y a la tierra. El "yo" encuentra su expresión más completa
en la relación, es decir, en el "nosotros": dos realidades que no pueden
separarse. Debemos restaurar pacientemente la evidencia de la dinámica
del vínculo recíproco entre el yo y el nosotros. El humanismo es
constitutivamente solidario.
Por eso la Academia Pontificia para la Vida está comprometida en estas fronteras.
Reinventar una nueva fraternidad es el desafío antropológico y social
de nuestro tiempo. Con este espíritu, el Papa Francisco ha dado un
mandato específico a la Academia Pontificia para la Vida, con ocasión
del vigésimo quinto aniversario de su fundación, que se celebró el 11 de
febrero de este año. Superando la actitud prevaricadora y depredadora
que tan a menudo practicamos, se nos encomienda la tarea de "custodiar"
al otro y a la creación, sin la cual la vida misma de la familia humana
se ve privada de lo que la hace posible.
Gracias.
Intervención de Sultana Afdhal
Buenos días. En nombre de la Cumbre Mundial de Innovación para la
Salud, quiero daros las gracias por prestarnos su valioso tiempo
participando en esta conferencia de prensa.
Quiero agradecer al arzobispo Paglia y a su equipo de la Academia
Pontificia para la Vida su apertura para co-organizar un simposio
sobre "Religión y Ética Médica" con nosotros, y a Kamran y a la BMJ por
trabajar con nosotros para asegurar que la perspectiva médica esté
presente durante nuestras discusiones. El simposio de mañana quiere
arrojar luz sobre las cuestiones éticas relacionadas con los cuidados
paliativos y la salud mental de las personas mayores, y tanto si los
participantes en el evento son responsables de la elaboración de
políticas sanitarias, representantes de grupos religiosos, como si están
llevando a cabo el papel vital de proporcionar atención diaria a los
pacientes, queremos que nuestro evento sea valioso para ellos.
Como Directora Ejecutiva de la Cumbre Mundial de Innovación para la
Salud - WISH - que forma parte de la Fundación Qatar para la Educación,
la Ciencia y el Desarrollo Comunitario, con sede en Doha, me sentí
absolutamente encantada y honrada de anunciar a principios de este año
que seríamos co-anfitriones del evento de esta semana junto con nuestros
amigos muy especiales de la Academia Pontificia para la Vida.
En 2018, WISH publicó un informe sobre la ética islámica y los
cuidados paliativos, que se debatió ampliamente en nuestra cumbre
mundial bienal celebrada el pasado mes de noviembre en Doha, un evento
que atrae a más de 2.000 responsables sanitarios. A principios de este
año, firmamos una declaración sobre los cuidados paliativos con la
Academia Pontificia para la Vida que en octubre se utilizó como base
para un documento de posicionamiento sobre los cuidados paliativos, fue
aprobado por un gran grupo de líderes religiosos abrahámicos y
posteriormente fue presentado a Su Santidad el Papa por el Arzobispo
Paglia.
Desde el lanzamiento de WISH, en la Cumbre Mundial sobre Políticas de
Salud Mundial en Londres en 2012, nuestra misión ha sido construir un
mundo más saludable a través de la colaboración mundial. Por lo tanto,
es una progresión natural para nosotros estar aquí en la Ciudad del
Vaticano para promover activamente el diálogo entre las personas de fe y
los expertos médicos en torno a cuestiones que tienen un efecto tan
profundo en las personas, sus familias, sus comunidades y los
trabajadores de la salud.
WISH se considera como una plataforma sólida que permite el encuentro
de expertos y partes interesadas de todo el mundo para debatir
cuestiones sanitarias clave. Nuestra organización de referencia, la
Fundación Qatar, tiene ahora casi 25 años de experiencia de trabajo en
educación, ciencia y desarrollo comunitario, tanto en Qatar como en todo
el mundo. Aquí, en la Ciudad del Vaticano queremos iniciar
conversaciones que tengan el potencial genuino de beneficiar a la
humanidad como un todo, sin importar las creencias del individuo.
La naturaleza interreligiosa de este evento, y la participación de
expertos tanto de la fe como de la medicina, brindará una oportunidad
inestimable para comprender más profundamente los dilemas éticos, muy
reales, que experimentan los profesionales de la salud de diferentes
orígenes espirituales de todo el mundo al tratar estos temas tan
delicados y, sí, difíciles para muchos de nosotros.
No me cabe duda de que compartir conocimientos de diferentes
religiones y perspectivas médicas enriquece y amplía nuestro
pensamiento. También creo que todos ganaremos algo si aprendemos cómo
responden otras religiones a estos temas, y tal vez descubramos algunos
enfoques nuevos a seguir, tanto médica como espiritualmente.
Un profundo diálogo interreligioso e interdisciplinario médico sobre
los cuidados paliativos y la salud mental de los miembros mayores en
nuestras comunidades es esencial para ayudar a establecer un terreno
común. Esto nos ayudará a encontrar formas más eficaces de salvar las
diferencias en los enfoques éticos basados en la fe, ya sean reales o
percibidos. Sin querer adelantarnos a las discusiones que tendremos,
anticipo que terminaremos encontrando más cosas comunes que diferentes.
Si proporcionamos enfoques más uniformes para hacer frente a los
desafíos éticos, podemos ser más eficaces en nuestros esfuerzos por
ayudar a los necesitados. También podemos aunar nuestros esfuerzos para
promover la idea de que para tratar a las personas de manera holística y
aliviar el sufrimiento es necesaria la voluntad de considerar las
necesidades espirituales de una persona de igual modo que sus
necesidades físicas y mentales.
Durante los próximos dos días debatiremos algunos asuntos de gran
impacto emocional, como el suicidio entre las personas mayores de la
sociedad y el cuidado de los niños al final de su vida. Soy consciente
de que serán cuestiones muy difíciles y perturbadoras. Sin embargo, es
justo e importante que no rehuyamos de estos temas, y creo que nuestros
debates sólo pueden beneficiar a quienes se ven afectados y afligidos
por estas cuestiones, ya que una vez que el simposio llegue a su fin
aportaremos nuestros conocimientos y comprensión compartidos a nuestras
respectivas comunidades en todo el mundo.
Intervención de Kamran Abbasi
Buenos días. Estoy encantado de estar aquí para representar al British Medical Journal.
Esta conferencia está perfectamente en línea con nuestros valores
fundamentales: transparente, abierta y confiable; centrada en el
paciente; basada en la prueba - y en nuestra visión para un mundo más
sano.
Nuestro objetivo es aportar una perspectiva médica a estas discusiones.
Si creemos en estar centrados en el paciente, -como todos creemos
aquí- entonces debemos encontrar una base común para una conversación
constructiva que reconozca que las creencias de las personas juegan un
papel importante y central en la toma de decisiones sobre su salud.
Durante más de dos décadas, el British Medical Journal ha defendido
los enfoques basados en las pruebas en materia de cuidados, y ahora, en
la era de la toma de decisiones compartidas en el ámbito de la salud,
en la era de la asociación de pacientes es importante, que encontremos
formas de asegurarnos de que las personas de todas las religiones y
orígenes sean capaces de servirse de las pruebas y de la ciencia para
tener una vida larga y sana.
En las cuestiones que debatiremos en los próximos días,- la atención
al final de la vida y la salud mental de las personas mayores- es
crucial que las creencias religiosas y la evidencia trabajen en armonía
para ayudar a los pacientes y sus familias a hacer frente a estos
complejos desafíos.
El British Medical Journal fomenta un debate abierto y equilibrado
que refleja puntos de vista médicos, legales, éticos y religiosos.
Contribuimos a informar a los médicos, basándonos en las pruebas más
recientes, para que sus decisiones redunden siempre en el interés del
paciente. Y apoyamos la toma de decisiones compartida, teniendo en
cuenta los valores y creencias del paciente y de su familia.
Nos gustaría agradecer a los editores del Journal of Medical Ethics
(Prof. John McMillan, Prof. Julian Hughes, Prof. Kenneth Boyd) por su
artículo, que podéis leer hoy. Esperamos que sirva para informar y
estimular el debate. Los estudios de casos islámicos y católicos están
diseñados para promover el debate durante los próximos dos días y
constituirán la base para la presentación del Prof. Julian Hughes
mañana. El documento plantea algunos de los temas clave de la religión y
de la medicina, desde la toma de decisiones hasta el papel de las
directivas anticipadas.
Nosotros, el British Medical Journal, tenemos la intención de
presentar las discusiones de este evento en un documento que
compartiremos el año próximo.
Por último, queremos dar las gracias a Sultana Afdhal y al arzobispo
Paglia por haber organizado y acogido este encuentro tan importante.
En un momento de discordia, desarmonía y peligro mundial, es
simbólico que nos reunamos aquí en el Vaticano para mostrar el poder de
personas de todas las creencias y orígenes para unirse con el propósito
de resolver los problemas del mundo.
Gracias.