Yaoundé, CAMERÚN (Agencia Fides, 21/02/2020) - “Nosotros, obispos católicos de todo el mundo,
les escribimos respetuosamente para instar al gobierno a participar en
las conversaciones de paz propuestas por Suiza para poner fin a la
violencia en las regiones noroccidentales y sudoccidentales de Camerún”,
escriben en una carta abierta al presidente de Camerún, Paul Biya, 16
obispos de 10 países en todos los continentes. En su carta, los obispos
invitan al Jefe de Estado camerunés a encontrar "una solución duradera a
los problemas de Camerún" a través de "un proceso de mediación que
incluya a los grupos armados anglo-separatistas y líderes de la sociedad
civil no violenta”.
Los obispos afirman que se han visto movidos por el desastre humanitario
causado por la crisis que afecta a las dos regiones de habla inglesa:
“Estamos movidos por nuestra preocupación por el sufrimiento de las
poblaciones civiles desarmadas, por la preocupación por la estabilidad y
la prosperidad de Camerún. La violencia y las atrocidades cometidas por
todas las partes en el conflicto han obligado a 656.000 cameruneses de
habla inglesa a abandonar sus hogares, 800.000 niños no han podido ir a
la escuela (incluidos 400.000 alumnos de escuelas católicas), 50.000
personas han tenido que huir a Nigeria, se han destruido cientos de
aldeas y asesinado al menos a 2.000 personas. Cada una de estas vidas es
preciosa y lloramos por su sufrimiento y queremos evitar una mayor
pérdida de vidas humanas".
“Creemos que las conversaciones lideradas por Suiza ofrecen un mejor
camino para una solución política adecuada a través de negociaciones
inclusivas. Esperamos sinceramente que todas las partes del conflicto
participen en las conversaciones y muestren un espíritu de cooperación,
pragmatismo y realismo para que sesean positivas" esperan los obispos.
Sin embargo, la violencia no se detiene. Hoy, 21 de febrero, se celebran
misas en sufragio por las víctimas de la masacre perpetrada el 14 de
febrero en Ngarbuh-Ntumbaw, una aldea en la región anglófona del
noroeste. Su Exc. Mons. George Nkuo, obispo de Kumbo, acusó al ejército
de ser responsable de ello. “Nos han informado de lo que sucedió el 14
de febrero en el pueblo de Ngarbuh-Ntumbaw en la parroquia de San
Martino di Porrès en Ndu el viernes 14 de febrero; los soldados
invadieron Ngarbuh a las 4 de la mañana y los sobrevivientes dicen que
mataron a veinticuatro personas, incluidas mujeres embarazadas y niños
pequeños. Algunas víctimas fueron quemadas vivas”, dice el obispo.
Su eminencia el Cardenal Christian Wiyghan Tumi, arzobispo emérito de Douala, participa en la misa de sufragio.