Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 25/02/2020) – “Nos duele profundamente la violencia
contra la mujer, que se ha expresado en un nuevo y agresivo rostro
visible ante nuestros ojos, en una forma tan cruel que genera
desconcierto, dolor, amargura, tristeza, llanto, indignación, impotencia
y muchos deseos de venganza”. Así lo escribe la Presidencia de la
Conferencia episcopal de México, en un comunicado titulado “Educar en la
paz, urgencia nacional”, en referencia a los recientes crímenes
brutales cometidos contra mujeres y niñas, afirmando que “El grito de
dolor de las víctimas de las violencias clama al cielo por justicia. Los
cristianos no podemos permanecer indiferentes”.
“Esta realidad nos hace enfrentar una auténtica emergencia educativa
pues hemos perdido los referentes básicos de la convivencia humana: la
verdad, la bondad y la belleza” subraya el texto, recibido en la Agencia
Fides. Los Obispos subrayan que la educación no puede reducirse al
marco de la institución escolar, que aunque es importante no es
suficiente.
“Reconocemos la necesidad de una base educativa que implique
la vida familiar” reiteran, poniendo de manifiesto que las clases
impartidas en las escuelas “no pueden sustituir la educación que la
familia puede dar”.
Los obispos recuerdan: “somos corresponsables para resolver la crisis de
humanidad que enfrentamos: la familia, la escuela, los medios de
comunicación, las iglesias”, con el fin de forjar una cultura de
esperanza y de paz, sumándose a la responsabilidad del Estado. “Hacemos
un llamado a todos los creyentes y personas de buena voluntad –
concluyen los obispos mexicanos – a poner lo que está en nuestras manos e
impedir que crezca y se extienda más la violencia, de manera muy
especial les invitamos a todos a respetar a las mujeres y reconocer el
derecho que ellas tienen, de promover su dignidad, garantizando su
libertad e integridad en nuestra sociedad”.
Con motivo del “Día de la mujer paraguaya” que se celebra en el país el
24 de febrero, en recuerdo de la primera asamblea de mujeres americanas,
que tuvo lugar en Paraguay el 24 de febrero de 1967, los obispos del
país han publicado un mensaje en el que subrayan que “la mujer siempre
cumplió un rol de capital importancia en la sociedad y específicamente
en Paraguay, las mujeres han dado incluso sus vidas para salvar a la
patria en momentos críticos. Las mujeres paraguayas supieron forjar un
nuevo sendero para que la nación paraguaya se reconstruyera luego de
aquella hecatombe que vivimos entre 1865 y 1870. A pesar de ese gran
aporte, nuevamente, las mujeres fueron relegadas”.
A pesar de que la contribución de las mujeres en diferentes sectores de
la sociedad ha sido ampliamente reconocido, los obispos señalan: “a
sociedad machista de nuestro país siempre postergó la participación de
estas en varios aspectos de la vida pública”. Hoy la iglesia aprecia “la
incorporación de las mujeres en rubros laborales tradicionalmente
ocupado por varones” y reconoce que “son valientes heroínas que salvan
vidas, administran la justicia y trabajan para acabar con la
corrupción”.
En la conclusión los obispos del Paraguay constatan que “la violencia
contra las mujeres sigue elevando las cifras y evidenciando el menoscabo
de la dignidad y el valor de muchas de las mujeres, por eso es
importante “Hablar con ellas”, como nos pide Aparecida, reconocerlas y
generar espacios de participación para caminar juntos en pos un país más
incluyente, cooperativo y solidario”.