Kabul, AFGANISTÁN (Agencia Fides, 21/02/2020) - Unidad y cohesión: esto es lo que piden los
representantes de la sociedad civil afgana ante las divisiones políticas
tras el anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales. El
18 de febrero, Hawa Alam Nuristani, jefe de la Comisión Electoral
Independiente, declaró que Ashraf Ghani, Presidente en ejercicio, había
obtenido un segundo mandato. Con alrededor de 924 mil votos, habría
obtenido el 50.64% de las preferencias, en comparación con el 39.52%
(alrededor de 721 mil) de su opositor principal, Abdullah Abdullah.
Sin embargo, el resultado es cuestionado por Abdullah, con quien Ashraf
Ghani ha compartido el liderazgo de un gobierno de unidad nacional
impuesto por el entonces Secretario de Estado de EE. UU., John Kerry,
desde septiembre de 2014 para abordar la controversia sobre los
resultados electorales. En 2014 la solución fue un "gobierno de dos
cabezas", hoy el riesgo es el nacimiento "de un gobierno paralelo,
amplio e inclusivo". Así lo anunció Abdullah, apoyado por algunos
partidos locales y otro peso pesado de la política afgana, el general
Abdul Rashid Dostum. Desde su residencia en la provincia norteña de
Jowzyan, Dostum ha llamado a la protesta masiva contra lo que él define
como una "victoria fraudulenta", declarándose preparado para el
nombramiento de los gobernadores de las provincias del norte, donde el
candidato Abdullah, exponente del partido Jamiat-e-Islami obtuvo más
votos.
Por ahora, las convocatorias de manifestaciones no han sido escuchadas.
La población observa con desencanto y escepticismo los resultados, que
llegan casi 5 meses después de las elecciones. Los exponentes de la
sociedad civil no se sorprenden: "Las personas están desilusionadas, no
tienen confianza en el gobierno, ni en las instituciones o en todo el
sistema", dice Najiba Ayubi, de la sociedad civil y directora de "The
Killid Radio", una red generalizada de radios independientes. "El
gobierno es percibido como ilegítimo, las elecciones están viciadas por
las irregularidades", agrega Ayubi, quien recuerda la baja participación
en la votación: el total de votos fue de 1 millón y 823 mil, menos de
una quinta parte del electorado registrado en las listas y solo 18.8% de
los aproximadamente 9.6 millones registrados en esta última ronda
electoral. Los votos para Ghani representan el 9.6% del electorado
registrado, ha recordado Thomas Ruttig de la Red
de Analistas de Afganistán, mientras que los de Abdullah son el 7.5%. A
pesar de poseer un consenso tan reducido, cada uno de los candidatos
reclama la victoria legítima, polarizando aún más el panorama político.
La situación está en fibrilación a medida que se acerca el acuerdo de
paz entre los Estados Unidos y los talibanes, un preludio de la
negociación entre los estudiantes coránicos y los representantes del
gobierno de Kabul: "Se necesitaría la unidad, la cohesión, sería
necesario poner el interés de la nación por delante de aquellos
personales o de partido, pero no hay rastro de que se quiera hacer esto”
, señala Hamid Zazai, director de Mediothek Afganistán, una
organización que promueve el pluralismo de los medios. "Para tratar con
los talibanes, necesitamos una delegación unida, con una agenda
compartida, una idea clara del país que se quiere construir. El caos
posterior a las elecciones demuestra lo contrario: prevalecen los
intereses
personales y las divisiones”.